"Debido al desfavorable clima económico, los costes mundiales en defensa han caído en términos reales por segundo año consecutivo.  Al mismo tiempo, se observa un crecimiento real en Oriente Próximo y África del Norte, Rusia y Eurasia, así como en Latinoamérica y Asia, contrario a la caída real en Norteamérica y Europa. Tal y como pronosticamos el año pasado, en 2012 los gastos nominales en defensa en Asia superaron por primera vez los mismos costes en los países europeos miembros de la OTAN”, declaraba en la presentación de este Balance Militar el director general del IISS, John Chipman.
En este estudio de casi 600 páginas, se dedican 45 a Rusia y a los países de la antigua URSS y se comenta extensamente la reforma de las fuerzas armadas rusas. En particular, los analistas del IISS señalan que tras la salida del ministro Anatoli Serdiukov el año pasado y el consecuente nombramiento de Serguéi Shoigú, la reforma sigue  en la misma dirección que antes del cambio de ministros.
“Los gastos militares de Rusia crecen, mientras que en EEUU y Europa caen”. Esta afirmación puede causar gran impresión si se desconoce que los gastos militares de Moscú no son en ningún modo comparables a los gastos análogos de Washington, Londres o París.
Los países que más gastan en defensa
Los datos exactos, que son públicos y se pueden encontrar en internet, confirman que los gastos de EE UU en defensa para el año 2013, aprobados por el Senado y el Congreso, ascenderán a los 550.000 millones de dólares. Esta cifra está casi 100.000 millones de dólares por debajo de la de los años 2012 y 2011.
Los fondos destinados por el Reino Unido a su ejército y su flota serán de 90.000 millones de dólares. Este país es el tercero que más dinero destina a defensa en el mundo, el segundo lugar es para China con 120.000-150.000 millones de dólares.
En cuarto puesto figura Francia (70.000 millones de dólares). Finalmente, en quinto puesto se encuentra Rusia, con 55.000-60.000 millones de dólares. ¿Por qué en EEUU y Europa reducen sus costes militares mientras que en Rusia crecen?
En la actualidad, los Estados Unidos, como muchos otros estados del mundo occidental, están pasando por dificultades económicas. El presupuesto general se ha reducido, por lo que se recortan también los costes militares del Pentágono. Esta institución ha abandonado la guerra en Irak, que había supuesto enormes costes, está retirando sus tropas de Afganistán y ni siquiera comenzó sus acciones miliares (al menos en tierra) contra el régimen de Gadafi.
El gobierno redujo drásticamente las compras de cazas multifuncionales de quinta generación, F-22 Raptor (en lugar de comprar 700 decidió limitarse a 200) y también está recortando las compras de la versión "reducida" del F-22, el F-35.  Sus aliados en la OTAN también están reduciendo sus pedidos de este modelo. La razón es comprensible.
Hoy en día no hay quien se oponga a estos aviones. Aunque en un futuro próximo Rusia podría hacerles la competencia: en 2015 tendrá en sus filas el nuevo caza de quinta generación rusa (PAK FA) T-50. Pero ni EE UU ni la OTAN planean enfrentarse a Rusia ni a sus misiles nucleares. Y para las guerras que han estado desarrollando durante los últimos años (Irak, Afganistán, Yemen, Somalia, Mali, Libia, Yugoslavia...) basta con la tecnología militar y los sistemas de combate que ya poseen los ejércitos occidentales.
Evidentemente, el complejo industrial militar de los EE UU y de los países europeos no puede quedarse sin vender alta tecnología, ni empresas como Boeing, Lockheed,  Grunman o BAE Systems además de AEDS lo permitirían, aunque la producción civil de estas empresas es mayor que la militar.
Pero la industria militar siempre aporta más beneficios. Por esta razón, los países europeos y EE UU no reducirán sus gastos en defensa (incluido el desarrollo de la cuarta fase del escudo antimisiles en Europa que acaba de ser anunciado) hasta el nivel de los gastos rusos en defensa.
¿Por qué Rusia aumenta sus gastos militares?
Veinte años después de la desaparición de la URSS y de la creación del nuevo estado ruso, el presupuesto no había destinado todavía fondos suficientes para la reestructuración del Ejército y la Flota de Rusia.
El porcentaje de tecnología militar moderna se había reducido al 10%. El resultado de esto fueron los acontecimientos de agosto de 2008, cuando el ejército georgiano atacó a las unidades rusas situadas en Osetia del Sur. El ejército ruso logró derrotar a las tropas georgianas en primer lugar debido a la valentía y la resistencia de los hombres, no a su tecnología militar.
Después de esto se destinaron 700.000 millones de dólares a un programa de reestructuración del ejército y la flota que durará diez años, desde 2011. Cabe señalar que es un importe destinado para un plazo de diez años.
En 2011 se destinaron 42.000 millones de dólares, en 2012 fueron 45.300 millones, y está previsto que en 2013 sean 48.600 millones.
El ejército no dispondrá inmediatamente de estas nuevas tecnologías. Al principio se llevará a cabo el diseño de esta tecnología, después realizarán trabajos de investigación científica y de pruebas, se crearán los primeros modelos de armamento que más tarde pasarán por la fase de pruebas estatales y sólo entonces comenzarán a utilizarse en las tropas. Gracias a estas inversiones, en el año 2020 el ejército y la flota deberían estar renovados en un 70%.
El crecimiento de los costes en defensa de Rusia no es ningún secreto militar, y amenazar con ello a los países occidentales no traería nada bueno, además de ser algo poco honesto. 

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