JOHN F. WILLIAMS
En noviembre de este año la Marina de EE.UU probaba
con éxito el primer láser de combate instalado a bordo del buque Ponce.
¿Será un arma eficaz?
En el video demostrativo el cañón láser estadounidense de
30 kilovatios de potencia destrozó un dron e incendió una especie de
arma montada sobre una lancha rápida entre otros objetivos.
Para 2016-2017 la Armada de EE.UU. tiene previsto comenzar las pruebas de instalaciones de 100-150 kilovatios. Se espera que sea otro gran avance tecnológico en el desarrollo de armas navales y convencionales.
El láser ensayado no es capaz de alcanzar blancos a larga distancia y es adecuado para destruir pequeñas aeronaves a distancias medianas. Además, el arma puede usarse para acabar con sistemas ópticos de vehículos no tripulados. Sin embargo, paradójicamente, detrás de este éxito actual hay una larga historia de aciertos y errores por parte de los ingenieros rusos, informa la cadena de televisión rusa Zvezda.
El láser ensayado no es capaz de alcanzar blancos a larga distancia y es adecuado para destruir pequeñas aeronaves a distancias medianas. Además, el arma puede usarse para acabar con sistemas ópticos de vehículos no tripulados. Sin embargo, paradójicamente, detrás de este éxito actual hay una larga historia de aciertos y errores por parte de los ingenieros rusos, informa la cadena de televisión rusa Zvezda.
La 'huella' rusa en el láser de combate de EE.UU.
En
1995, después del reparto de la Flota del Mar Negro de la URSS entre
Rusia y Ucrania, esta última vendió a EE.UU. un viejo petrolero auxiliar
Dikson a precio de chatarra. Sin embago, dentro de la nave fueron
hallados generadores de 35 megavatios de potencia, un mecanismo
giratorio, sistemas de refrigeración de alta potencia y numerosos
equipos más que hicieron a los peritos estadounidenses concluir que en
su momento el barco portaba armas láser.
Según
recuerda uno de los ingenieros del sistema láser soviético, Dmitri
Kovalevsky, Rusia pudo evitar la pérdida completa de sus secretos
tecnológicos gracias a un vulgar robo: los 'cazadores' de metales
preciosos saquearon a Dikson hasta que Kiev vendiera al buque a EE.UU.
Por
su parte, el Pentágono clasificó rápidamente las capacidades técnicas
de la nave. Muy pronto, en 1997, en EE.UU. se efectuaron las pruebas a
escala real de un láser de alta potencia que pudo derribar uno de los
satélites espía perteneciente al Ministerio de Defensa estadounidense.
¿Por que la URSS abandonó el proyecto?
El
petrolero Dikson no fue el primer 'vehículo' soviético sobre el que se
montó un láser de combate experimental. Los primeros en portar un arma
láser fueron aviones: por ejempo una aeronave de pasajeros Tu-154
adaptada para portar un cañón láser.
Los
ingenieros del proyecto aseguran que pudieron destruir algunas
instalaciones en tierra e incluso misiles de crucero. A los pocos
segundos de exposición a un haz láser, los misiles comenzaban a
destruirse al ser expuestos a un fuerte flujo de aire. El éxito fue tan
grave que el mando naval soviético consideró la instalación de estos
cañones en portaaviones del proyecto 1143 clase Kiev, entonces en
construcción.
Sin embargo, la euforia pronto dio paso a la decepción.
Durante las pruebas, el cañón láser se mostró tan 'glotón' con la
electricidad que tan solo un par de disparos acabaron completamente con
la energía de la nave, privándola de la capacidad de navegar.
El
estado actual de desarrollo de los programas de láser en Rusia está
estrictamente clasificado. De ellos solo se conoce justamente que se
están llevando a cabo, según los informes del exjefe del Estado Mayor
Yuri Baluyevski.
Cuál sería el problema de láseres actuales
"El
problema de los láseres de combate consiste en que su funcionamiento
requiere enormes cantidades de energía. De hecho, el problema radica en
desarrollar una 'batería' que pueda 'alimentar' los cañones láser con el
fin de que sean capaces de hacer no uno, sino varios cientos de
disparos", explicó a la cadena Zvezda el experto de la Academia de
Ciencias Militares rusa, Vadim Kozyulin.
Lo más probable por este sencillo hecho es que EE.UU. cerrara en 2012 el proyecto de Northrop Grumman de láser 'aerotransportado' montado en la aeronave Boeing 747-400F modificada para tal objetivo en la década de los 90.
Además,
el uso de láseres es muy reducido en condiciones meteorológicas de
nubosidad y humedad, debido a las cuales se acumula mayor cantidad de
gotas de agua. Todo ello afecta directamente al funcionamiento de los
dispositivos láser. Es por esta razón por las que las pruebas del cañón láser se efectuaron en el Golfo Pérsico, con su fuerte sol casi todo el año, y no, por ejemplo, en Alaska, donde hay permanente niebla, lluvia y nieve.
Igual
de turbio es el futuro del arma. El Ejército estadounidense no desvela
cuántos 'disparos' puede realizar la instalación y cuántos vehículos
aéreos o navales podría destruir. En el caso de las armas láser, según Kozyulin, este factor es el más crítico.
Hoy
en día no existe una fuente confiable de energía que pueda proporcionar
a las instalaciones de móviles suficiente tiempo de funcionamiento y
entonces no hay necesidad de reemplazar misiles antiaéreos por cañones
láser.
En realidad, señaló el experto, las numerosas pruebas de
sistemas de láser no son más que investigación de tecnologías para el
futuro.
http://actualidad.rt.com
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