La
Oficina del Programa de Avión de Patrulla Marítima y Reconocimiento de
la Armada estadounidense anunció la decisión de fabricar en serie el
avión P-8A Poseidon el 24 de enero, a pesar de que no se han solucionado
los problemas de radar y de medidas de apoyo electrónico.
La
decisión se había tomado el 3 de enero, tras el primer despliegue de un
escuadrón de P-8A a Japón, y permitirá a la Oficina del Programa
continuar la entrega del P-8A a la flota con las capacidades necesarias
para asegurar que los escuadrones de reconocimiento reciben un sistema
eficaz.
Se
fabricarán un total de 117, incluyendo los 37 de la fase de preserie,
de los que se han entregado 13, y que sustituirán a los actuales aviones
de patrulla marítima P-3C Orion. Para
el director del equipo integrado de producto del programa P-8A, capitán
de fragata Tony Rossi, "La aprobación de este significativo hito avanza
el programa de la fabricación de una preserie a la producción en serie,
y nos permitirá fabricar los siguientes aviones en los próximos años
con la oportunidad de una adquisición rentable."
Actualmente
hay dos escuadrones de patrulla equipados con este avión, el escuadrón
de patrulla 16, que fue desplegado en diciembre a Japón, y un segundo
escuadrón, que están equipados con aviones de la preserie y que serán
actualizados mediante dos mejoras, los incrementos 2 y 3. El avión P-8A
alcanzará la capacidad operativa inicial de la mejora 2 en el año 2016.
La
configuración actual de los P-8A, equipada con el incremento 1, dispone
de una capacidad de guerra antisubmarina armada continua, un conjunto
de sensores integrados y una significativa mejora de la información del
entorno. El incremento 2 incluirá acústica coherente activa, sistema de
identificación automática y armas de guerra antisubmarina lanzadas a
gran altura.
Días
después de la decisión de la fabricación en serie del P-8A se ha
filtrado, a Bloomberg News, el borrador del informe anual que el
Director de Evaluación y Pruebas Operativas del Departamento de Defensa,
James Michael Gilmore, debe presentar al Congreso sobre los principales
programas de armamento, en el que se destacan problemas en varios de
los más importantes programas de armamento, como del JSF F-35 Lightning
II y el del P-8A Poseidon.
En
el informe se destaca que, actualmente, el P-8A no es eficaz para
desempeñar dos de las principales misiones que tiene asignadas: ataque a
submarinos y reconocimiento de grandes superficies marinas. Los
errores en el programa, valorado en 35.000 millones de dólares,
incluyen el rendimiento del radar, la integración de sensores y la
transferencia de datos.
Según Gilmore, el avión P-8A continuaba teniendo
todas las grandes carencias identificadas en anteriores informes, tras
haber sido sometido a pruebas de combate más realistas desde septiembre
de 2012 a marzo de 2013.
Muchas
de esas deficiencias habían determinado que Gilmore afirmase que el
P-8A "no es eficaz para realizar la misión de inteligencia, vigilancia y
reconocimiento y no es eficaz para la búsqueda de submarinos en grandes
superficies... La Armada planea realizar pruebas adicionales para
verificar la corrección de algunas deficiencias."
Las
conclusiones del informe de Gilmore sugieren que el avión no está
preparado para ser desplegado, aunque seis ya hayan sido desplegados en
Japón en apoyo de las misiones de patrulla marítima de la 7ª Flota, en
la base aeronaval de Atsugi, como consecuencia del cambio de estrategia
estadounidense a la región Asia-Pacífico.
En
una entrevista con Bloomberg News, una portavoz de la Armada
estadounidense, teniente de navío Caroline Hutcheson afirmó que: "El
P-8A estaba preparado, era necesario en el teatro [Japón] y continua
satisfaciendo de sobra las expectativas de los mandos," y añadió que la
Dirección de Evaluación y Pruebas ha "subrayado consistentemente tanto
las áreas eficaces de guerra así como las recomendaciones para que
determinadas áreas sean revisadas... La mayoría de los aspectos citados
[en el informe] han sido identificados y la Armada ha desarrollado
mejoras en el software para corregir las deficiencias."
Por
su parte, la portavoz del Director de Evaluación y Pruebas Operativas,
Jennifer Elzea, reconoció que su oficina había concluido que el avión
tenia una eficacia similar al P-3C Orion, al que sustituirá, en las
búsquedas de submarinos en áreas pequeñas y que también era eficaz para
realizar misiones de guerra antisubmarina no armada y su radar y resto
de sensores proporcionaban una búsqueda eficaz todo tiempo de objetivos
en superficie.
Asimismo, que el fuselaje era fiable y ofrecía mejoras
significativas en la fiabilidad del hardware, mantenimiento y
disponibilidad sobre el P-3; en conjunto el P-8A proporcionaba mayores
alcance, carga útil y velocidad.
Uno
de los problemas del P-8A proviene de las limitaciones del radar,
fabricado por Raytheon, para detectar algunos tipos de objetivos; otro
son las deficiencias del sistema de medidas de apoyo electrónico, que
tiene limitaciones para detectar los radares antiaéreos enemigos, lo que
implica un problema para su supervivencia en casos de vuelo a baja
cota, necesaria para la utilización de sistemas de detección de
submarinos mediante detectores de anomalías magnéticas.
Asimismo, la
citada portavoz afirmó que la Armada está realizando pruebas adicionales
para evaluar varias mejoras técnicas de esos sistemas, que serían
evaluadas, a su vez, por la oficina de Gilmore. Y además, la Armada
tiene planes para implantar dos conjuntos de modernizaciones del avión
para mejorar la capacidad de guerra antisubmarina, habiendo elaborado un
adecuado plan maestro de pruebas y evaluaciones de las mejoras.
Las
misiones de vigilancia y patrulla marítima tienen un mayor interés para
Estados Unidos por el cambio de su esfuerzo al área Asia-Pacífico, en
un momento en que su flota de aviones P-3 Orion está quedando obsoleta;
ya en 1987 la Armada comenzó un programa de un avión capaz de misiones
de guerra antisubmarina de gran alcance, el P-7, pero sus costes se
dispararon, se produjeron retrasos en el programa; todo ello, junto a un
mayor interés en realizar un concurso público, condujeron a la
cancelación del programa, que se volvió a comenzar en marzo del 2000.
El
concurso lo ganó Boeing, con el P-8A Poseidon, basado en el avión
comercial B-737, frente al Orión 21 de Lockheed-Martin. Además de
Estados Unidos, India y Australia han adquirido el nuevo avión.
Por
otro lado, para mejorar la supervivencia del P-8 A Poseidon y evitar
que vuele a baja altura para detectar submarinos con un detector de
anomalías magnéticas (MAD), de alcance es muy pequeño, lo que obligaba a
que el avión, para ser eficaz debía volar el avión muy bajo, con el
problema de ser un objetivo muy rentable para los sistemas de defensa
aérea, la Armada ha considerado la posibilidad de fabricar pequeños
aviones no tripulados, de un solo uso y lanzados desde el P-8A,
equipados con sistemas MAD y equipados con una cámara para distinguir
los submarinos de los buques de superficie, con un coste de 5.000
dólares, en una serie de 100 ejemplares. Los UAV tiene problemas porque
los materiales con que son fabricados deberían ser modificados para
evitar la influencia en el detector de anomalías magnéticas.
Julio Garulo
http://www.revistatenea.es
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