La
industria militar española despierta apetitos al otro lado del mundo.
La ministra de Defensa de Sudáfrica, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, está de
gira por las principales compañías del sector.
Ayer visitó la fábrica de
Airbus Military en Sevilla, donde se producen los aviones de transporte
A-400M y C-295, y las oficinas de la multinacional Indra en Madrid. La
ministra se reunirá hoy con su homólogo español, Pedro Morenés, y
también acudirá a la empresa pública Navantia, centrada en la
construcción de buques militares y de transporte.
En los últimos años, Sudáfrica ha
despuntado como el principal proveedor armamentístico del continente
africano y entre sus clientes figura España. De hecho, los vehículos
blindados RG-31 que utilizan las tropas españolas en las misiones de
Afganistán y El Líbano fueron adquiridos por 107 millones de euros a
Sudáfrica por el Ministerio de Defensa bajo el mandato de Carme Chacón.
"La visita de la ministra sudafricana no se produce tanto para comprar
productos españoles como para vender material de su país", indican
fuentes del sector.
No obstante, también hay intereses en
adquisiciones de material español. Actualmente, Navantia opta a dos
concursos en Sudáfrica: uno para un buque oceanográfico y otro para
patrulleros, ambos de cara a la transferencia de tecnología. El país
africano también está interesado en un sistema de control de costas elaborado
por Indra y similar al Sistema integral de Vigilancia Exterior (SIVE),
utilizado especialmente en las costas del sur de España para el control
de la inmigración ilegal y el narcotráfico.
Emergentes
Sudáfrica es, junto a Turquía, India y
Corea del Sur, uno de los principales países emergentes que cada vez
cobra más protagonismo en los contratos internacionales de Defensa.
Hasta el punto es creciente este vigor empresarial que los países de la
UE, mermado por los recortes presupuestarios a lo largo de la crisis,
impulsan una estrategia común para integrar sus respectivas industrias y
competir con ellos y con EEUU. Éste fue el principal punto que se trató
en el Consejo Europeo de Defensa de los pasados 19 y 2o de diciembre,
donde se reunieron en Bruselas los jefes de Estado y Gobierno europeos
para analizar los desafios de la industria militar y la seguridad en el
continente.
España, en concreto, está tendiendo
puentes con algunas de las compañías europeas más destacadas, como por
ejemplo las alemanas Krauss-Maffei Wegmann y Rheinmetall, la francesa
Nexter Systems y las italianas Iveco y OTO Melara. Éstas podrían buscar
sinergias con empresas españolas como Indra para conseguir licencias con
las que exportar material militar, tal como publicó EXPANSION el pasado
2 de diciembre.
La mayor parte del equipamiento militar
que se constnrye actualmente en España tiene licencia de exportación a
nombre de empresas extranjeras. Por ejemplo, los tanques Leopard 2
(fabricados por Santa Bárbara Sistemas) no pueden venderse sin el
permiso de Alemania, y gran parte de los sistemas de combate de las
fragatas construidas por la pública Navantia cuentan con patente de
EEUU, lo que limita su venta por parte española.
Pero el Ministerio de Defensa está
trabajando de la mano del sector privado para acabar con esta situación.
De hecho, es uno de los principales objetivos del titular del
departamento, Pedro Morenés.
Yago González. Madrid
Publicado en Expansión
www.expansion.com
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