El 7 de noviembre de 2014 Estados Unidos probó con éxito un sistema de defensa antimisiles Aegis en tierra.
El sistema será instalado en Rumania en el 2015. Durante las pruebas se lograron eliminar las 3 amenazas: un misil balístico de corto alcance y 2 misiles de crucero a baja altura.
Leonid Nersesián, analista militar del portal de noticias ruso 'Regnum', considera en detalle las posibles formas de respuesta de las Fuerzas Armadas rusas a la unilateral retirada de Estados Unidos del tratado sobre la limitación de la defensa antimisiles y el despliegue de estos sistemas directamente en las fronteras del país:
Respuestas planificadas e implementadas
1. Despliegue de sistemas de misiles tácticos Iskander-M en KaliningradoPor su parte, el misil R-500 del sistema Iskander, una vez equipado con una ojiva nuclear, también puede desempeñar la función de un misil de mediano alcance.
Posibilidad de una 'respuesta supersevera'1. La adopción de la versión 'orbital' del misil Sarmat
La modificación orbital de este temible misil difiere de su hermano 'convencional' por el hecho de que sus ojivas pueden ser colocadas en órbitas bajas de la Tierra y se convierten temporalmente en sus satélites.
De este modo, sus ojivas pueden acercarse a su objetivo desde absolutamente cualquier dirección desde la órbita, al realizar un giro alrededor de la Tierra.
El alcance de estos misiles no es limitado, a diferencia de cohetes lanzados desde Tierra. En consecuencia, los silos de lanzamiento pueden ser instalados en cualquier parte del enorme territorio ruso, fuera del alcance de los sistemas antimisiles estadounidenses (por ejemplo, lejos de mares y de la frontera con Europa).
La posibilidad de que los misiles del potencial adversario se acerquen a sus objetivos desde cualquier dirección hará a los Estados Unidos desplegar un número mucho mayor de elementos de la defensa antimisiles en todo el país, que tendrá costes enormes.
2. Despliegue de satélites con ojivas nucleares
Técnicamente, esta tarea no debería causar dificultades y va a ser muy eficaz, ya que excluye la intercepción de los misiles en la fase inicial de vuelo. Sin embargo, el despliegue de armas nucleares en el espacio está prohibido por el acuerdo pertinente.
Para contrarrestar esta amenaza los Estados Unidos se verán obligados a invertir enormes sumas en el desarrollo de 'satélites-asesinos' (vale la pena señalar que proyectos similares se desarrollaron con anterioridad, tanto en EE.UU. como en la URSS).
Y por último, la historia demuestra que los intentos de llegar a un acuerdo con Estados Unidos 'por las buenas' casi nunca tuvieron un resultado aceptable para la URSS y Rusia, en contraste con el lenguaje de la fuerza, sugiere el analista.
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