Un nuevo misil chino, de reciente
producción, capaz de alcanzar Estados Unidos y portador de algunas
actualizaciones, como precisión mejorada, diferentes cargas y una nueva
plataforma de lanzamientos móvil todoterreno, podría convertirse en una amenaza
difícil de neutralizar. Según los expertos, estos cambios representan un
adelanto adicional en las capacidades nucleares de China, y otra amenaza
potencial difícil de monitorear para Estados Unidos.
¿Un Lanzacohetes todoterreno?
Como se muestra en una foto
publicada el 19 de febrero en la Armada de Liberación Popular Ilustrada, una
revista militar china, se trata de un camión lanzacohetes de 16 ruedas,
conocido más técnicamente como transporte erector lanzador (TEL). La Armada de
Liberación Popular (PLA, por sus siglas en inglés) utiliza este tipo de
camiones producidos por la compañía Tai’an para sus nuevos misiles.
Según los informes, este
nuevo lanzacohetes podrá portar al DF-31B, un misil balístico internacional
chino (ICBM) en desarrollo. En su despliegue, podría unirse al
DF-41, un ICBM de largo alcance recientemente testeado por el ejército chino en
diciembre pasado.
Lo que distingue a este nuevo TEL
de todos sus predecesores es su aparente característica de todo terreno. Según
Richard Fisher, miembro principal del Centro de Evaluación y Estrategia
Internacional, el ejército chino actualmente almacena sus misiles en bases
subterráneas. Luego, estos son montados en los TEL, y transportados por
carreteras pavimentadas hasta los sitios de lanzamiento adecuados.
Además de ser costosas, ésta red
de carreteras reduce el secreto de la ubicación de las bases nucleares del PLA
debido a que las hace “muy visibles desde el espacio exterior”, de acuerdo a
Fisher. Un TEL que pueda transportar y lanzar su carga de forma independiente a
las carreteras pavimentadas, aumentaría la capacidad de supervivencia de
los activos estratégicos de China durante un enfrentamiento nuclear.
Para un ejército en posesión de
armas nucleares, un método de transporte viable es tan importante como la misma
bomba. Durante la guerra fría, los misiles balísticos usualmente eran
construidos para ser lanzados desde silos o submarinos. En la década de 1980,
sin embargo, los soviéticos fueron pioneros en el desarrollo de misiles capaces
de ser lanzados desde trenes y camiones.
Estados Unidos contaba con un
programa similar, llamado Midgetman, que intentaba conseguir un ICBM lo
suficientemente pequeño para ser transportado y lanzado desde un vehículo
llamado Lanzacohetes Móvil Reforzado. Alcanzando el éxito en la década de 1980,
el proyecto fue eventualmente abandonado en 1992, luego del colapso de la Unión
Soviética y la presión política sobre el ejército de EE.UU para reducir sus
capacidades nucleares de disuasión.
Los misiles balísticos
estadounidenses se encuentran actualmente confinados en silos estacionarios,
convirtiéndolos en vulnerables ante los primeros ataques si sus ubicaciones
fueran conocidas por el enemigo.
Más pequeño, más preciso
El misil montado en el nuevo
lanzacohetes de la foto, podría ser una nueva variante del DF-31, el DF-31B,
según el testimonio de un alto funcionario militar estadounidense. Este nuevo
misil podría llevar una carga de varias ojivas, por lo que se trataría del
“vehículo de reentrada de objetivos múltiples independientes”, o MIRV.
El 26 de febrero, el Almirante
Cecil D. Haney, comandante de las Fuerzas de Comando Estratégico de EE. UU.,
dijo bajo testimonio ante el Comité de Servicios Armados en la Casa de los
Representantes, que China está “mejorando la existencia de silos base de ICBM,
realizando pruebas de vuelo de un nuevo misil móvil y desarrollando un sistema
móvil de seguimiento capaz de transportar ojivas múltiples”.
El DF-31B potencialmente podría
unirse a otro misil móvil, el DF-41, a servicio del ejército chino. El DF-41
fue testeado por primera vez en 2012, según el Washington Free Beacon, y es
capaz de alcanzar cualquier parte de EE.UU con 10 ojivas nucleares.
En diciembre pasado, el régimen
chino confirmó que condujo pruebas de lanzamiento con el DF-41 en el centro de
pruebas aeroespaciales Wuzhai en la provincia de Shanxi en el centro de China.
Refiriéndose a las declaraciones
del almirante, Richard Fisher dijo que “el hecho de que el comandante de las
Fuerzas Estratégicas de EE.UU. mencionara indirectamente estos dos ICBM, indica
un refuerzo de la amenaza en las estimaciones del gobierno estadounidense”.
Para que un misil pueda portar
varias cabezas nucleares, el poder explosivo de cada una debe reducirse de una
manera acorde. Debido a que los equipos de largo alcance en poder de los
estados comunistas quedaron un poco rezagados de los occidentales, sus misiles
normalmente poseen ojivas más grandes y destructivas para compensar.
Según Fisher, el DF-31 y el
DF-41, con sus múltiples ojivas, son más precisos que los anteriores misiles
balísticos intercontinentales chinos. Señalando el menor rendimiento de las
ojivas chinas modernas, dijo que es lógico pensar en tendrían que moverlas si
de verdad intentan obtener más precisión.
La Gran Época
-
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