Esta arma, predecesora de los actuales y
sofisticados sistemas de lanzamiento, fue clave durante la Segunda
Guerra Mundial. Fuente: Ria Novosti / Grigoriy Vasilenko
La empresa de Tula NPO SPLAV, fabricante de lanzacohetes múltiples,
restaurará el legendario mortero de la guardia rusa BM-13, más conocido
internacionalmente como Katiusha.
El predecesor de los actuales
lanzacohetes múltiples —como el Grad, el Smerch y el Uragán— se retirará
del pedestal que ha ocupado los últimos 20 años junto a la fábrica NPO
SPLAV para su restauración.
Solo después, el vehículo de combate podrá
participar en el desfile militar que se celebrará en la ciudad de Tula
el 9 de mayo para conmemorar el Día de la Victoria.
La plataforma de lanzamiento Katiusha se
encuentra instalada en el vehículo ZIS-5-V, un camión de tracción trasera y con
el motor en la parte frontal que demostró una gran resistencia durante la
Segunda Guerra Mundial. El vehículo podía atravesar terrenos intransitables,
era fácil de mantener en condiciones de combate, sencillo y fiable. Todo esto
se consiguió gracias que la construcción del vehículo fue sometida a una
simplificación radical en plena guerra.
Para la fabricación de la cabina, se empezó a
usar madera y chapa; para los guardabarros, laminados (antes de la guerra se
empleaba la técnica del estampado metálico); se desmontaron los frenos en las
ruedas delanteras (obligando a usar el freno de mano para detener el vehículo),
y se dejó solo el faro izquierdo y una puerta abatible.
A pesar de la simpleza de su construcción, el
volumen de trabajo que espera a los empleados de la fábrica NPO SPLAV —de
quienes surgió la iniciativa de restaurar el vehículo— será considerable y
costoso: en 20 años expuesto en su pedestal, el sistema Katiusha ha sobrevivido
a un incendio y ya no puede desplazarse por sí solo. Actualmente, el coste de
restauración de un ejemplar del ZIS-5 asciende a 1 millón de rublos (17.000
dólares).
Sin embargo, el trabajo merece la pena. Ya
prácticamente no quedan sistemas Katiusha instalados sobre un chasis ZIS-5. “El
otro vehículo de estas características que queda está en el estudio
cinematográfico Mosfilm; un ejemplar que, en comparación con el de
Tula, está en muy buenas condiciones. Pero el nuestro tiene instalado el
lanzacohetes”, informó a Rossiyskaya Gazeta el jefe de la empresa SPLAV,
Serguéi Kiriltsev.
En Astaná, la capital de Kazajistán, también
participarán varios Katiusha en el desfile dedicado al 70 aniversario de la
Victoria en la Segunda Guerra Mundial. Para ello, el desfile incluirá una
muestra histórica. Para volver a mostrar el armamento que dio la vuelta al
curso de la guerra, estos monumentos se transformarán en sistemas listos para
entrar en combate.
Según el comandante en jefe adjunto del departamento
de educación e ideología del ejército de tierra de Kazajistán, el coronel
Zhumabek Jasenov, “los equipos de la época de la guerra se encontraban en las
reservas de las bases militares como monumentos conmemorativos. Para que estos
equipos puedan desplazarse por sí solos, deben ser sometidos a un proceso de
restauración y modernización en las fábricas de ‘Kazazhstan Engineering”.
El desfile de la Victoria de Moscú también
incluirá una muestra histórica, aunque los Katiusha no pisarán los adoquines de
la Plaza Roja. De los equipos militares de la Segunda Guerra Mundial, los
espectadores solo verán los tanques T-34 y los cañones autopropulsados SU-100.
Sin embargo, según el comandante en jefe del
ejército de tierra de Rusia, Oleg Saliukov, el desfile se convertirá en un gran
escaparate para otros equipos más modernos que aún no se fabrican en serie,
puesto que se encuentra en fase de prueba. Hablamos del cañón autopropulsado
Koalitsia-SV, del tanque Armata, el vehículo de combate de infantería Kurganets 25 (también
basado en el Armata), el vehículo de combate de infantería Boomerang y el
vehículo blindado de defensa Taifún (basado en los vehículos Kamaz).
De momento, el ejército está realizando
ejercicios con los nuevos vehículos militares secretos en el polígono Alabino,
a las afueras de Moscú (envueltos en sus fundas de camuflaje), además de con
los equipos de defensa costera Bal y Bastión, que ya forman parte del
equipamiento del ejército ruso.
El desfile que tendrá lugar el 9 de mayo 2015
en la Plaza Roja de Moscú será el más numeroso en toda su historia: se prevé la
participación de 194 vehículos blindados, 150 aviones y 14.000 militares. El
año pasado la participación fue más modesta: 11.000 militares, 151 tanques y 69
aviones y helicópteros.
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