La compañía suiza RUAG ha desvelado dos nuevos proyectos de vehículos terrestres sin tripulación. Uno de ellos, que está desarrollando junto a General Dynamics European Land Systems (GDELS), permitirá que el Eagle 4x4
sea capaz de moverse sin conductor. El sistema, además, podrá
utilizarse en casi cualquier vehículo. Con estos desarrollos, la
compañía quiere establecer en Suiza un centro de competencia en este tipo de robots terrestres (UGV, por sus siglas en inglés).
El
otro sistema en el que la firma está embarcada es el desarrollo de un
robot autónomo todoterreno para exterior, denominado ARTOR, en el que
está trabajando junto a un grupo de especialistas del Instituto de Federal de Tecnología de Zúrich.
Según
sus artífices, el programa está impulsado para atender los requisitos
públicos de seguridad suizos por encima de las posibilidades de
comercialización de esta tecnología
Para moverse autónomamente
ARTOR no emplea un sistema GPS, sino que se basa en los datos que le
ofrecen sus propios sensores. El sistema es capaz de sortear obstáculos
estáticos y en movimiento y de escoger el camino más rápido a su destino
a través de una serie de puntos determinados. También está preparado
para seguir vehículos o a personas y es capaz de buscar una ruta o una
zona autónomamente.
De momento se han desarrollado dos versiones
de este vehículo, impulsadas ambas por un motor eléctrico. Uno de ellos,
equipado con ruedas, mide un metro de largo por 80 centímetros de
largo, pesa 250 kilos y es capaz de transportar otros 100 kilos.
El otro prototipo dispone de orugas, mide 170 centímetros, pesa 425 kilos y es capaz de llevar alrededor de 200 kilos de carga.
Ninguno
de los dos excede una velocidad de 15 kilómetros por hora y cuentan con
una autonomía de cuatro horas antes de tener que volver a recargar sus
baterías.
En cuanto al proyecto en el que está embarcada RUAG
acompañada de General Dynamics, se trata de un prototipo basado en el
4X4 Eagle equipado con un kit robótico de la empresa suiza.
Para
esta iniciativa RUAG ha creado junto a General Dynamics European Land
Systems una empresa conjunta cuyo fin último es el desarrollo de un
sistema de tecnología UGV montado sobre un vehículo militar estándar que
habitualmente se maneja con tripulación.
RUAG se encarga de
instalar el equipo adicional necesario para que el Eagle 4x4 pueda
actuar como un UGV, entre los que se incluyen sensores, ordenadores de
control, accionadores, un sistema de radio de banda ancha y el equipo de
control y mando para la consola de control.
De momento el
vehículo ya puede ser manejado por control remoto y su grado de
autonomía se irá incrementando conforme vayan avanzando los trabajos de
desarrollo.
El kit de RUAG que se emplea en este proyecto está
diseñado para poder montarse en casi cualquier vehículo y la consola de
control puede instalarse en un contenedor o en otro vehículo.
El
modelo sobre el que se están probando, y que gracias a este desarrollo
puede ser manejado tanto con conductor como sin él, mide 5,5 metros, por
2,3 metros de ancho y 2,4 metros de alto. Su peso máximo es de diez
toneladas y puede transportar una carga de 3.000 kilos.
Estos dos desarrollos han sido presentados en la séptima prueba europea de robots terrestres M-ELROB 2012
para mostrar la evolución de este tipo de sistemas y comparar las
capacidades de estos vehículos en escenarios realistas. Se trata de un
evento que únicamente tiene lugar cada dos años y que se celebra esta
semana, hasta hoy, en Suiza.
En general, los vehículos terrestres
sin tripulación, también conocidos como robots terrestres, se emplean
para misiones de protección o rescate en entornos peligrosos o para
realizar tareas repetitivas, tanto en contextos militares como civiles.
Habitualmente
desarrollan trabajos de reconocimiento, de supervisión de edificios e
infraestructuras, de vigilancia de fronteras, operan en misiones de
búsqueda y rescate, de transporte de mercancías, y para la eliminación
de artefactos explosivos y desminado.
Los UGV son sistemas que
pueden compararse a las aeronaves aéreas sin tripulación (UAV, en
inglés), aunque los desafíos técnicos y científicos que presenta su
despliegue en tierra para conducir estos vehículos resultan más
complejos, explica RUAG en una nota informativa.
El consejero delegado de RUAG Defence, Urs Breitmeier,
recuerda el alto esfuerzo en investigación y desarrollo tecnológico que
está desarrollando su empresa para llegar a ser “un centro de
competencia de sistemas UGV para el Ejército Suizo y otras fuerzas de
seguridad”.
Foto: RUAG
Infodefensa.com
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