El Comandante en jefe de la Fuerza aérea, Víktor Bondarev, ha
declarado que se espera que el sistema de misiles de nueva generación
S-500 Prometeo entre a formar parte de las Fuerzas armadas de Rusia en
un plazo de dos años. Para 2015 ya deberían haberse comenzado las
pruebas. En caso de que sean satisfactorias, comenzará su producción en
cadena.
Los S-500 son una nueva generación de sistemas
antimisiles. Aplicará el principio de solución separada de tareas de
destrucción de objetivos balísticos y aerodinámicos. La principal tarea del
complejo será la lucha contra el equipamiento bélico de los misiles balísticos
de medio alcance en la parte final de su trayectoria y, en algunos casos, en la
parte media.
Como ya había declarado previamente el Comandante en jefe de la
Fuerza aérea de Rusia, Víktor Bondarev, el sistema podrá resolver tareas no
solo de destrucción de misiles de medio alcance sino de objetivos en el espacio
cercano como satélites y misiles balísticos.
Es decir, el sistema será capaz de alcanzar
cualquier blanco aéreo a cualquier altura: desde misiles de crucero, cuya
velocidad supera los 5.500 kilómetros hora, hasta vehículos no tripulados e
incluso satélites enemigos en órbita.
A diferencia de la anterior generación de
sistemas antimisiles los nuevos sí son capaces de realizar estas tareas. En
opinión de los militares, el S-500 no es una continuación de los sistemas S-400
ya en uso, sino que se trata cualitativamente de un nuevo desarrollo donde se
utilizan otras tecnologías.
S-400
El buque insignia del nuevo sistema de
defensa antiaérea
El redactor jefe de Vestnik PVO (Boletín
de defensa antiaérea), Said Aminov, considera que en el nuevo complejo se
utilizarán tecnologías que ya funcionan en los sistemas antimisiles S-300 y
S-400, a las que se sumarán componentes nuevos.
En los complejos S-500 se ha aumentado el
radio de acción, la velocidad de interceptación y la distancia de detección de
objetivos. Para la optimización de estos dos últimos parámetros, el S-500 está
provisto de una antena en fase activa (AFAR, por sus siglas en ruso) que es el
elemento principal del sistema de radar del nuevo complejo. Gracias a este potente
radar el sistema antimisiles puede detectar objetivos a una distancia de 800
kilómetros.
De acuerdo con los planes del Ministerio de
Defensa, los complejos S-500 Prometeo
formarán parte del armamento de las Tropas de Defensa Aeroespacial y cubrirán todo el territorio del país. El plan es que los S-500 se conviertan
en la base del nuevo sistema de defensa antiaérea y antimisiles. Dentro del
programa de armamento para 2011-2020 está prevista la compra de diez divisiones
de S-500 para las tropas de defensa aeroespacial.
S-500
Actualmente la base del sistema de defensa
antiaérea de Rusia es una combinación de unidades de defensas antiaéreas del
Ejército de Tierra y fuerzas del aire. Entre su armamento cuentan con complejos
S-300 en diversas modificaciones, S-400, Buk-M1, Tor-M1, Osa-AKM y Tunguska-M1.
Componentes de los sistemas de defensa
antiaérea
Desde 2008 Rusia está creando un sistema único
de defensa antiaérea y de misiles. En el futuro incluirá también los sistemas
de defensa antiaérea/defensa antimisiles de los países de la CEI (ya tienen
acuerdos con Kazajstán y Bielorrusia). La concepción del sistema supone la
creación de varios niveles de defensa, que lime las diferencias de los
componentes estratégico y táctico.
De este modo este sistema de múltiples capas
será capaz de alcanzar cualquier tipo de objetivo en el aire. Así no importará
a qué distancia o altura se encuentren los objetivos. Para la creación de un
sistema escalonado de defensas antiaéreas se utiliza toda una gama de
tecnología militar en base a su radio de acción.
El radio de acción corto es hasta 30-40 km.
Son complejos de misiles destinados a la defensa de objetivos pequeños. Los
encargados de estas tareas son la familia de sistemas antimisiles Buk, los
sistemas de defensa antiaérea con cañones Pantsir-S1 y los sistemas antimisiles Morfeo.
El radio de acción medio es entre 40 y 200 km.
Son sistemas destinados a la protección de grandes complejos industriales,
administrativos o militares. De esta tarea se encargan complejos de tierra de
la familia S-300, incluidos los S-300B4 y el Vitiaz.
El radio de acción largo está por encima de
los 200 km. Son complejos capaces de interceptar aviones de reconocimiento y
estratégicos del enemigo así como de repeler ataques de misiles, incluidos los
que llevan cargas bélicas balísticas hipersónicas. Los complejos encargados de
realizar tareas militares en estas distancias son los S-400 (en el futuro
S-500).
Fuente: ITAR-TASS
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