A finales de agosto, entre los
días 20 y 28, tuvieron lugar esta serie de ejercicios navales
internacionales entre los dos países. Se trató de la segunda etapa de
las maniobras llevadas a cabo en mayo en aguas del Mediterráneo.
Representantes de los dos países hicieron hincapié en que forman parte
del intercambio anual entre militares rusos y chinos y no van dirigidos
contra terceras partes.
El mar es japonés, las costas rusas y los barcos que se acercan son
rusos y chinos. Hoy hay allí cerca de dos decenas de ellos. Cruceros,
destructores y buques de protección. Y a pesar de que los ejercicios se
llaman “cooperación marítima”, en ellos no solo participan las fuerzas
de la Flota del Pacífico y de la Armada de la República Popular de
China, sino también las tropas terrestres y aéreas.
Por ejemplo, también
podemos ver helicópteros rusos. Siguiendo las órdenes de los
instructores rusos, aterriza en la costa un grupo de las fuerzas
especiales chinas.
Uno de los problemas por superar durante este evento es la
traducción, aunque parece que las órdenes en chino son más cortas
todavía que en ruso. Los militares de cada país tienen su propia
táctica, sus normativas, pero deben actuar juntos y al mismo tiempo.
Segundo a segundo, en absoluta sincronía, deben tocar tierra las ruedas
de transportes blindados rusos y vehículos de combate de infantería
chinos. La infantería de marina llama a esto la hora H.
Este es el momento que abre una nueva página en las relaciones
estratégicas de ambos países. Por primera vez en la historia de la Flota
del Pacífico, un transporte blindado de China desembarca en un polígono
ruso.
La técnica blindada china resulta demasiado grande, casi parecen
tanques. Pero navegan rápidamente por el mar y no se ahogan al recorrer
el territorio agreste que rodea al polígono. Los transportes blindados
rusos no se quedan atrás en cuanto a maniobrabilidad. Por esta razón,
rodean y asaltan los puntos establecidos al mismo tiempo.
Hu Lin, oficial de la infantería marina, declara: es la primera vez
que desembarcamos en un polígono desconocido. Todos los datos sobre el
terreno los hemos recibido de nuestros compañeros rusos, nosotros nunca
habíamos estado aquí, pero todo ha salido bien. Podemos decir que
nuestra capacidad para trabajar juntos ha subido varios niveles de una
vez.
En los ejercicios se simula una operación antiterrorista: apenas se
oyen los disparos. Tres grupos ficticios de guerrilleros deben ser
desarticulados de modo que ningún civil resulte herido. Un ataque
simultáneo desde el aire y desde el mar de la infantería rusa y china
acabó con la resistencia en menos de una hora.
Alexander Fedotenkov, segundo comandante en jefe de la Armada de la
Federación Rusa, comenta: Las tropas se han desenvuelto de forma
brillante, han demostrado su alto rendimiento, su coordinación y su
compatibilidad operativa. Hemos conseguido unas operaciones conjuntas y
claras por parte de los soldados rusos y chinos.
Este es solo el final de una de las etapas de la formación. Durante
varios días, una agrupación de ataque de barcos rusos y chinos seguirá
haciendo maniobras en el mar del Japón.
0 comentarios:
Publicar un comentario