Finalmente, tras numerosas
vicisitudes, el Mando del Apoyo Logístico del Ejército (MALE), ha
suscrito con EINSA el contrato que dotará a la Brigada de Infantería
Ligera Paracaidista (BRIPAC) del Ejército de Tierra español de Vehículos
Especiales Aerolanzables (VEAs) de última generación MM-1A Mk-2 o
“Falcata”.
La firma se produjo tras desestimar el Tribunal
Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACR) el recurso
interpuesto por Quatripole Ingeniería contra la adjudicación a Einsa por
parte de la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo Logístico
del Ejército de Tierra (MALE). Quatripole ofertaba en este concurso su
vehículo Q-150D, actualmente en dotación en la Almogávares VI, y que se
descartó por no cumplir las características exigidas en los pliegos de
este proceso.
Según contempla el Acuerdo Marco, los
primeros “Falcata” serán entregados al Ejército de Tierra en 2016. La
licitación del MALE determinó que el precio máximo de cada vehículo
sería de 83.200 euros sin impuestos, y entre los requisitos técnicos
básicos el que pudieran ser lanzados en paracaídas desde los aviones
C-130 Hércules del Ejército del Aire.
Se exigía
asimismo que pudieran ser transportado en la bodega de carga de los
aviones C-130, C295 y A400M, en los helicópteros de las FAMET CH-47D,
dentro o mediante eslinga, y mediante este último método en los
AS332/532 Cougar del Ejército de Tierra.
Durante el
programa de pruebas a las que se sometieron las muestras presentadas por
ambas empresas, se produjo el lanzamiento real de las mismas desde un
C-130 del Ejército del Aire en el campo de maniobras de Casas de Uceda,
respondiendo óptimamente el “Falcata”, que toma su nombre de aquel con
el que era designada la espada íbera de la Edad Antigua, a los ensayos.
La fuerza del “Falcata”
La fuerza del “Falcata”
Los Vehículos Especiales Aerolanzables, popularmente conocidas como “Mulas” por su fortaleza y movilidad, son idóneos para ser desplegados en misiones internacionales mediante aeronaves ligeras y operar donde no existen instalaciones próximas que permitan el aterrizaje de aviones pesados. Por ello es frecuente verlos operando en misiones humanitarias o de estabilización, por ejemplo en África recientemente.
Por sus
características y configuración están destinados a realizar misiones
peligrosas o complejas, como llevar suministros a las unidades que están
combatiendo, abastecer las bases avanzadas desde las zonas de
lanzamiento o aterrizaje.
Asimismo pueden realizar evacuaciones de bajas
desde primera línea a zonas donde los helicópteros médicos puedan
recogerlas. Otras posibles misiones serían la limpieza de minas si se
instalan equipos adecuados, y de acompañamiento con armas pesadas
(ametralladoras de 12,70 mm, cañones de pequeño calibre o misiles).
En la última edición de Homsec pudimos ver imágenes de la Falcata configurada con una ametralladora pesada de 12,70 m/m instalada en la parte trasera de la plataforma y una media MG-3 en la parte delantera del vehículo, que dan buena muestra de la capacidad de portar armamento automático de este tipo, tan vital en las primeras fases de una operación aerotransportada.
En la última edición de Homsec pudimos ver imágenes de la Falcata configurada con una ametralladora pesada de 12,70 m/m instalada en la parte trasera de la plataforma y una media MG-3 en la parte delantera del vehículo, que dan buena muestra de la capacidad de portar armamento automático de este tipo, tan vital en las primeras fases de una operación aerotransportada.
Pudiendo operar en condiciones
todo terreno y condiciones extremas, como barro, arena o nieve, dispone
de un afuste que permite la instalación de diferentes armas, como una
ametralladora pesada, un lanzagranadas automático de 40 mm, misiles
anticarro Spike y un lanzador de misiles antiaéreos Mistral.
defensa.com
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