En
entrevista concedida a El País, el Ministro de Defensa español, Pedro
Morenés, ha reiterado la imposibilidad de que la Armada, en el actual y
brutal contexto de recortes presupuestarios, pueda mantener activo el
portaaviones Príncipe de Asturias. Morenés ha señalado que, aunque no
cumple exactamente las mismas funciones, el Juan Carlos I puede
reemplazar al portaaviones: “¡Claro que sería mejor tener los dos! Pero
debemos elegir. La disyuntiva era hibernar el portaeronaves o darlo de
baja” ha dicho. Asimismo, ha insistido en que el Príncipe de Asturias
está llegando al final de su vida operativa y que “todo lo que no sea
remozar completamente el buque, lo que costaría casi tanto como uno
nuevo, es agarrarse a una hipótesis que al final acaba siendo muy cara y
sólo supone retrasar la decisión”.
Respecto al compromiso de España en
Afganistán más allá de 2014, el ministro asegura que no hay una decisión
tomada al respecto y que la situación económico-financiera de España,
“que no es buena”, será determinante a la hora de tomar una decisión,
situación que pesará también en la petición hecha a España para que
contribuya con 30 millones de euros al año a financiar a las fuerzas de
seguridad afganas. Preguntado por el despliegue español en Líbano,
Morenés prevé para este año la reducción de las tropas en 191 militares
y para el año próximo, tras pactarlo con Francia e Italia, “quedarnos
en algo menos del 50% de lo que tenemos ahora”.
RotaLa repercusión económica para el país como contrapartida por el despliegue en Rota del componente naval del escudo antimisiles es tomada con cautela por el actual responsable de Defensa, frente a los números que el anterior ejecutivo hizo públicos cuando anunció el compromiso español. Aclarando que no puede hablarse en términos de “contrapartidas”, Morenés señalaba a El País que “hay beneficios derivados de la presencia en Rota de los destructores que tienen que ver con la logística y con algunas reparaciones que hay que ver si pueden hacer nuestros astilleros. Y también habrá obras de infraestructura en la base y formación de nuestros marinos. Se han creado cuatro mesas para discutir estos temas, aunque es verdad que la negociación es más compleja cuando de principio tú ya has dado tu parte”.
Por otra parte, y respecto al liderazgo español de alguno de los proyectos de la llamada Smart Defense, Morenés ha confirmado el interés de España en “liderar el de IED [Artefactos Explosivos Improvisados] y participar en otro de sanidad militar. Son campos donde tenemos mucho que aportar. Como ya dije, también estaremos, aunque no como a mí me gustaría, en el AGS [Sistema de Vigilancia del Terreno]”.
RotaLa repercusión económica para el país como contrapartida por el despliegue en Rota del componente naval del escudo antimisiles es tomada con cautela por el actual responsable de Defensa, frente a los números que el anterior ejecutivo hizo públicos cuando anunció el compromiso español. Aclarando que no puede hablarse en términos de “contrapartidas”, Morenés señalaba a El País que “hay beneficios derivados de la presencia en Rota de los destructores que tienen que ver con la logística y con algunas reparaciones que hay que ver si pueden hacer nuestros astilleros. Y también habrá obras de infraestructura en la base y formación de nuestros marinos. Se han creado cuatro mesas para discutir estos temas, aunque es verdad que la negociación es más compleja cuando de principio tú ya has dado tu parte”.
Por otra parte, y respecto al liderazgo español de alguno de los proyectos de la llamada Smart Defense, Morenés ha confirmado el interés de España en “liderar el de IED [Artefactos Explosivos Improvisados] y participar en otro de sanidad militar. Son campos donde tenemos mucho que aportar. Como ya dije, también estaremos, aunque no como a mí me gustaría, en el AGS [Sistema de Vigilancia del Terreno]”.
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