El
Ejército de Tierra (ET) recibió, ahora hace casi medio siglo, cuatro
baterías del sistema antiaéreo “Hawk” que ha ido modernizando durante
las últimas décadas para actualizarlo al estándar PIP (Product
Improvement Program) III. Dos más, provenientes de la Guardia Nacional
del Ejército de los Estados Unidos, llegaron coincidiendo con el cambio
de siglo. En total se dispone de seis baterías, o sea treinta y seis
lanzadores triples de un sistema con capacidad para batir objetivos
aéreos a baja y media cota situados dentro de su rango de alcance
máximo, superior a los cuarenta kilómetros.
Los tiene encuadrados en el Regimiento de Artillería Antiaérea (RAAA) Nº 74 y los reparte entre sus dos grupos, con la mitad de lanzadores en la Base de El Copero (Sevilla) y el resto en la Base de San Roque (Cádiz), lugar este último donde también se asienta una batería “Patriot” con cuatro lanzadores cuádruples.
Los “Hawk” han venido siendo modernizados en sus distintos componentes para mantener su operatividad al máximo, lo que se ha logrado gracias al esfuerzo de mantenimiento del personal asignado a esa tarea. Además, se han ido mejorando alguno de sus radares y se han introducido otros complementarios, como el RAC3D que se incluye dentro del COAAS-M (Centro de Operaciones de Artillería Antiaérea-Medio) desplegado en El Copero. Asimismo, se han ido incorporando misiles más actuales y capaces, lo que permite actuar contra diferentes amenazas y hacerlo con un elevado nivel de efectividad.
La disponibilidad económica actual, limitada para la compra de nuevos sistemas de armas, va a incidir en que no se compre un equipo sustituto. Se trabaja con una planificación en la que el límite de vida útil se sitúa sobre el 2025, a mediados de la próxima década. Pese a la edad del conjunto, usado dentro de un sistema integral de Defensa, como el que tiene España, ofrece una notable eficiencia y es sumamente letal frente a diferentes tipos de aeronaves. En todo caso, sería óptimo ir programando la compra de alguna batería más de “Patriot”, pues éste tiene una mayor vida útil.
(Octavio Díez Cámara, texto y foto)
http://www.defensa.com
Los tiene encuadrados en el Regimiento de Artillería Antiaérea (RAAA) Nº 74 y los reparte entre sus dos grupos, con la mitad de lanzadores en la Base de El Copero (Sevilla) y el resto en la Base de San Roque (Cádiz), lugar este último donde también se asienta una batería “Patriot” con cuatro lanzadores cuádruples.
Los “Hawk” han venido siendo modernizados en sus distintos componentes para mantener su operatividad al máximo, lo que se ha logrado gracias al esfuerzo de mantenimiento del personal asignado a esa tarea. Además, se han ido mejorando alguno de sus radares y se han introducido otros complementarios, como el RAC3D que se incluye dentro del COAAS-M (Centro de Operaciones de Artillería Antiaérea-Medio) desplegado en El Copero. Asimismo, se han ido incorporando misiles más actuales y capaces, lo que permite actuar contra diferentes amenazas y hacerlo con un elevado nivel de efectividad.
La disponibilidad económica actual, limitada para la compra de nuevos sistemas de armas, va a incidir en que no se compre un equipo sustituto. Se trabaja con una planificación en la que el límite de vida útil se sitúa sobre el 2025, a mediados de la próxima década. Pese a la edad del conjunto, usado dentro de un sistema integral de Defensa, como el que tiene España, ofrece una notable eficiencia y es sumamente letal frente a diferentes tipos de aeronaves. En todo caso, sería óptimo ir programando la compra de alguna batería más de “Patriot”, pues éste tiene una mayor vida útil.
(Octavio Díez Cámara, texto y foto)
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