La patrullera Tornado arribó ayer a la Base Naval de Las Palmas de
Gran Canaria para completar la nueva flota se seguridad con base en el
Archipiélago. Esta es el cuarto buque de este tipo que se suma a la
dotación que la Armada mantiene en el Arsenal y que sustituye a las
antiguas embarcaciones destinadas a la vigilancia de las aguas canarias.
El Tornado, junto con el Meteoro, el Rayo y el Relámpago son los cuatro
navíos más modernos con los que cuenta la flota española: barcos
modulares, capaces de cumplir distintas funciones y con un mayor
alcance.
Todas estas patrulleras pertenecen a la
clase Tornado, y están catalogadas como Buques de Acción Marítima (BAM).
Están armadas y equipadas para intervenir en incidentes en alta mar,
pero también para desarrollar estudios oceanográficos o tareas de
vigilancia medioambiental. Varios de sus compartimentos son
intercambiables, según el servicio al que se destinen, lo cual amplia
considerablemente su rango de acción.
Según precisó el Almirante Comandante
del Mando Naval de Canarias, Salvador Delgado Moreno, estos navíos
cumplen misiones como la vigilancia de límites pesqueros, tráfico de
mercancías peligrosas o auxilio en incidentes en alta mar. Con esta
nueva dotación, la Armada puede ampliar los destinos de sus
embarcaciones con base en las Islas, y el tiempo que éstas permanecen
fuera.
Una de las principales misiones de este
equipo de patrulleras es la de asegurar el tráfico comercial de crudo
desde el golfo de Guinea, en una de las rutas oceánicas más importantes
en la distribución del combustible. Aunque las prestaciones de estos
buques también les permiten completar importantes misiones científicas,
de control de fondos y fauna marina.
Uno de estos navíos, el Relámpago,
realizó el pasado fin de semana el rescate de una embarcación en aguas
del golfo de Adén. El patrullero, desplegado en el océano Índico, en el
África Oriental, rescató a 68 personas que se encontraban en una barca a
la deriva en las costas próximas a Somalia.
Las primeras noticias sobre la
embarcación a la deriva llegaron desde un avión de patrulla marítima
japonés, que informó al Relámpago de un esquife a la deriva. Tras el
aviso, el buque de acción marítima español desplegó a su helicóptero
para relocalizar e investigar la embarcación. Una vez detectado el
patrullero se dirigió a máxima velocidad para prestar auxilio a los
tripulantes.
El buque de guerra remolcó el esquife
hasta su puerto de origen, Bossaso, en la costa del norte de Somalia.
Las 68 personas de nacionalidad etíope y somalí, 15 de ellas mujeres,
incluyendo una embarazada, fueron atendidas en la cubierta de vuelo del
Relámpago. La embarcación realizaba el tránsito de Bossaso a Yemen, y
quedó a la deriva por un fallo de motor. Una vez llevados a puerto, el
buque español retomó sus funciones de patrulla antipirateria en el golfo
de Adén.
Operación ‘Atalanta’
La patrullera permanece desde el 17 de agosto destinada en la operación Atalanta, que organiza la Unión Europea. La operación se inició debido al importante deterioro de la seguridad marítima por los actos de piratería en la costa oriental del continente africano, a comienzos del año 2008. La comunidad internacional adoptó una serie de acciones para asegurar el tráfico marítimo en el Cuerno de África, en concreto para contribuir a la protección de los barcos del Programa Mundial de Alimentos que transportan ayuda humanitaria a Somalia.
La patrullera permanece desde el 17 de agosto destinada en la operación Atalanta, que organiza la Unión Europea. La operación se inició debido al importante deterioro de la seguridad marítima por los actos de piratería en la costa oriental del continente africano, a comienzos del año 2008. La comunidad internacional adoptó una serie de acciones para asegurar el tráfico marítimo en el Cuerno de África, en concreto para contribuir a la protección de los barcos del Programa Mundial de Alimentos que transportan ayuda humanitaria a Somalia.
Tras su servicio en esta zona del
Índico, el Relámpago seguirá hasta el Sur del continente africano, para
bordearlo y regresar a Canarias por la costa occidental. No sin antes
desempeñar distintas misiones de vigilancia en áreas de especial
atención para la Armada, como el golfo de Guinea. Su alcance certifica
la capacidad de la nueva flota con base en el Arsenal de la capital
grancanaria. Lo mejor de la fuerza naval española cumple servicio desde
las Islas.
La Provincia.es
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