El grandioso desfile militar que China llevó a cabo el
pasado 3 de septiembre para conmemorar el 70 aniversario de la
rendición japonesa en la Segunda Guerra Mundial, logró, precisamente, lo
que Pekín quería, tanto en política interna, como en la dimensión
internacional, afirma el analista Dingding Chen, que resalta la
presencia en el desfile de líderes de potencias como Rusia y Corea del
Sur.
El desfile fue un éxito y, pese a las
suspicacias de algunos observadores internacionales y países, fue una
clara demostración de poderío militar del gigante asiático.
En primer lugar, el desfile militar demostró que Xi Jinping es el
líder indiscutible en China y que controla firmemente su poder militar,
pese a que algunas especulaciones recientes afirman que su posición se
ha debilitado por las dificultades del mercado de valores y la
desaceleración de la economía, señala Chen.
Esto es particularmente
importante, ya que Xi Jinping impulsa algunas reformas organizativas de
gran calibre dentro del Ejército chino "para hacer de este ejército uno
verdaderamente moderno, capaz de defender los intereses nacionales de
China", agrega el analista en un artículo publicado en 'The Diplomat'.
China ya no es un país débil como lo fue hace 100 años
En segundo lugar, otro importante logro interno fue la actitud
"abrumadoramente positiva" mostrada hacia el desfile militar por el
pueblo chino. Y esto es así gracias a que la mayoría de los chinos se
reencontraron con el orgullo y la dignidad nacional en el desfile
militar, y ahora sienten que "China ya no es un país débil como lo fue
hace 100 años", resalta el experto.
El desfile militar, desde esta
perspectiva, fue un momento de triunfo nacional para el pueblo.
En tercer lugar, el desfile también lanza un mensaje al exterior.
Como muchos analistas militares han señalado acertadamente, la
visualización de misiles avanzados, incluyendo una serie de misiles DF,
"es una señal clara y fuerte de que China posee ahora una gama completa
de sistemas avanzados para destruir objetivos valiosos de un enemigo
potencial", dice Chen, agregando que la brecha de las capacidades
militares entre China y EE.UU. se está reduciendo "rápidamente" a favor
de China.
Los avances militares de China no representan una amenaza
Aunque, en cierto sentido, fue una sorpresa, el desfile ha reducido
las sospechas sobre las intenciones futuras de China que tenían algunos
países, en especial después de que Xi Jinping anunciara
que reduciría sus tropas en 300.000 efectivos.
"Este gesto es una
prueba más de que los avances militares de China no representan una
amenaza para otros países de Asia e incluso para Estados Unidos",
asegura Chen. "El recorte de 300.000 tropas es una manera inteligente de
enviar un mensaje de tranquilidad a los vecinos asiáticos, con la
esperanza de que este gesto sea correspondido por ellos".
china,desfile militar,
Otro factor importante, según el autor, es que, a pesar de que
grandes potencias occidentales se negaron a enviar a sus presidentes y
primeros ministros al desfile de
Pekín, hubo un apoyo positivo por parte de Rusia y Corea del Sur, dos
importantes potencias regionales. Chen consiera "particularmente
interesante" que asistiera al desfile la presidenta de Corea del Sur,
Park Geun-hye.
Hubo incluso quienes hablaron de una posible alianza
entre Pekín y Seúl en el futuro, algo que pude ser prematuro en este
momento, pero que "es en sí mismo un avance significativo en las
relaciones entre China y Corea del Sur", sostiene el analista.
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