A
la espera de que el primer submarino S-80 esté operativo en 2016, año
en que el 'Galerna' tendría que ser dado de bajo, los riesgos de no
acometer la gran carena del 'Tramontana' para que continúe operativo y
para lo que no se ha asignado presupuesto en 2013 trascienden la mínima
reducción de flota a que la Armada se enfrentaría. En la primavera de
2013 culmina la última gran revisión a que se está sometiendo al
“Mistral” y en ese momento debería acometer ese proceso el
'Tramontana', el más moderno de la serie S-70, sin embargo, a día de
hoy, no se han previsto los más de 30 millones que costaría.
Según ha explicado a Europa Press el
comandante Martínez-Merello, si finalmente no se somete a la gran carena
al “Tramontana”, la actual serie de submarinos S-70 finalizará su vida
operativa en 2018, con la baja del “Mistral” tras la del “Galerna”. Así
las cosas, un retraso en la entrada en servicio de los S-80 sería
dramática. Pero más allá de los efectos numéricos, el comandante de la
flotilla ha destacado que no llevar a cabo la gran carena del “Mistral”
generaría dificultades en el plano del personal que dota a los
submarinos de la Armada.
"Si el submarino 'Tramontana' es dado de
baja, la mayor parte de los miembros de su dotación ocuparán otros
destinos fuera del ámbito del Arma Submarina, perdiéndose así una parte
del núcleo de personal del que deben salir las dotaciones de los
submarinos de la serie S-80, lo que indudablemente irá en detrimento de
una mejor selección del citado personal", recoge Europa Press de las
declaraciones del comandante Martínez-Merello.
Las dotaciones de los submarinos están
compuestas por "personal muy especializado, que requiere conocimientos y
experiencia", por ello la formación de "una buena plantilla de personal
submarinista" precisa de "un esfuerzo significativo y tiempo".
Reconociendo que España contará con la
entrada en servicio del primer S-80 en la Armada con "uno de los mejores
submarinos convencionales del mundo", el comandante ha recordado que
"tanto los países aliados del entorno, como Portugal, Francia o Italia,
como países fuera del ámbito de la OTAN, por ejemplo Argelia o Chile,
están modernizando sus unidades o adquiriendo otras nuevas".
Adios “Siroco”
La puesta a flote del “Siroco” (nombre
de un viento cálido y seco que sopla de África en el Mediterráneo),
tuvo lugar el 13 de noviembre de 1982, causando alta provisional el 1 de
mayo de 1983, la primera inmersión el 14 del mismo mes y la entrega
oficial a la Armada el 5 de diciembre de ese año.
Después de mantenerse en stand by estos
dos últimos años, con la finalidad de encontrar financiación para
asumir los 25 millones de euros del coste de la modernización y
mantenimiento general, u overhaul, tras desvanecerse los intentos de
venta a otra marina, la Armada renunció definitivamente al Siroco por
los recortes asumidos por Defensa, acordando la baja del submarino de
acuerdo con la resolución 600/06964/2012, para mantenerlo como fuente de
recambios de los otros tres operativos en diversos grados.
La decisión suscitó controversias de
matiz político en la prensa local. La diputada del PSOE Sara García
defendía la idea de la venta del submarino, frente a la alcaldesa del PP
de Cartagena Pilar Barreiro, que acusó a Defensa de improvisación. Lo
cierto es que la última modernización del Siroco hubiera permitido un
mayor margen de operatividad al Arma Submarina en estos tiempos de
estrecheces, que los submarinistas conocen bien, aguardando la entrada
en pruebas del “Isaac Peral” S81, primero de la Serie S80.
La Armada española cuenta hoy con 3
sumergibles: el Galerna S71, el Mistral S73 y el Tramontana S74, el
minimo minimorum para mantener siempre uno plenamente operativo.
El acto de despedida del Siroco S72, por
el que causo baja de la Lista Oficial de Buques Armada (LOBA), se
celebraba el pasado día 26 de Junio, en el muelle Juan de Borbón del
Arsenal de Cartagena.
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