La Armada de Rusia planea probar en lo que resta de año el submarino B-90 Sarov dotado del primer motor experimental ruso de hidrógeno, informó una fuente del Ministerio de Defensa citada por el diario Izvestia.
Los submarinos diésel-eléctricos tradicionales utilizan baterías para alimentar los motores. Cuando las baterías se agotan, estos submarinos tienen que subir a la superficie y se hacen vulnerables.
En el caso de submarinos propulsados por hidrógeno, sus motores eléctricos son alimentados por pilas de hidrógeno. Como resultado, aumenta la autonomía de navegación y se reduce la sonoridad, entre otras ventajas.
Para hoy, la Marina de Guerra rusa dispone sólo de un submarino del proyecto 677, San Petersburgo, que está sometido a pruebas.
En lo referente al submarino B-90 Sarov, es un modelo experimental y único buque del proyecto 20120. Construido en 2008, desplaza 4.000 toneladas y se utiliza para los ensayos de nuevos tipos de armamento.
RIA Novosti. Igor Chuprin
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