Defensa invertirá en los próximos años 10.000
millones de euros en nuevos programas especiales de armamento. Desde
blindados de transporte para tropas más seguros hasta drones y fragatas
de última generación.
Pero, ¿están realmente bien armadas las Fuerzas
Armadas españolas? ¿Qué les falta y qué les sobra a nuestros militares?
Cazabombarderos Eurofighter, carros de combate Leopard, las punteras fragatas F-100, submarinos S-80, blindados antiminas RG-31…
en los últimos 25 años España se ha involucrado en multitud de
programas especiales de armamento para modernizar y aumentar sus
capacidades militares.
Centauro
Se trata de proyectos que han supuesto una inversión de cerca de 40.000 millones
de euros –una cifra que ha aumentado considerablemente por
aplazamientos e incumplimientos de pago en los últimos años de crisis-, a
los que se sumarán los 10.000 millones que Defensa tiene pensado invertir en la próxima década.
El objetivo, en total, es alcanzar el 2 por ciento del PIB en inversión de Defensa, doblando el actual 0,9 anual. Una cifra medio punto por debajo de la media de la OTAN, un 1,4 por ciento.
Armada española
Para un país como España, con 7.905 km de costa,
disponer de una marina operativa y bien adiestrada es una cuestión
fundamental para la seguridad nacional. Desde el control del tráfico de
armas hasta la defensa costera dependen en buena medida de la Armada
española.
ECD se ha puesto en contacto con oficiales generales en
activo de la Armada para conocer su opinión sobre si España tiene lo
necesario para hacer efectiva la defensa de las aguas nacionales.
En los últimos años, la Armada ha perdido algunas unidades importantes como el portaaeronaves Príncipe de Asturias. Sin embargo, lo ha sustituido por el Buque de Proyección Estratégica ‘Juan Carlos I’, más versátil pero no tan operativo para misiones que requieran del ala aérea embarca, es decir, de cazas.
El principal problema, explican, está en el déficit de cazas Harrier que dispone España. Hace apenas dos años, el Ministerio de Defensa decidió dar de baja 12 de
los 24 AV-8B Harrier II Plus de la 9ª Escuadrilla de Aeronaves. “Es a
todas luces un número insuficiente” explican las fuentes consultadas.
Un
problema que, según admiten las voces consultadas, se agravará en los
próximos años o décadas cuando haya que renovar la flota de aeronaves
embarcadas. Actualmente, sólo el caza norteamericano F-35
de despegue vertical puede ser considerado como sucesor del Harrier.
“Su precio, además de los problemas que está atravesando el proyecto
para salir adelante, hacen impensable contar con ellos. Al menos de momento” explican.
Por otra parte, recuerdan que existen carencias “gravísimas” en lo referente al arma submarina. España tiene actualmente tres buques, el ‘Mistral’, el ‘Galerna’ y el ‘Tramontana’.
Se trata de una serie desarrollada en los años 70, que entró en
servicio a principios de los 80, y que se encuentran próximos al fin de
su vida operativa.
Además, las carenas e inspecciones a las que deben
ser sometidos para mantenerlos en servicio dejan en muchas ocasiones a
España “con un solo submarino para todo el litoral”.
Los problemas de su sustituto, el S-80, son conocidos. Desde sobrepeso, fallos de diseño, problemas de motores sin soluciones a la vista… “en arma submarina, España suspende” afirman los oficiales consultados.
Donde España “roza la excelencia” es con las cinco fragatas F-100, con el moderno sistema de combate Aegis que comparte con la U.S.Navy.
“Son unas de las más avanzadas tecnológicamente del mundo, y su
fiabilidad y capacidades, tal y como puede acreditar su dotación actual,
están fuera de toda duda”. En el futuro llegarán las F-110, aún más vanguardistas.
Ejército de Tierra falto de 8x8
En cuanto al Ejército de Tierra, el principal reto de España estos años ha sido “mantener la operatividad
de la mayoría de sus sistemas con un presupuesto cada vez más
reducido”. Una tarea que, como explican fuentes militares a ECD, no ha
sido fácil.
El material español de Tierra “tiene poco que envidiar del de otros aliados”. Más de 300 carros de combate Leopard 2E, carros ligeros Pizarro, Centauros, artillería autopropulsada M109… España “está servida” en cuanto a potencia en el campo de batalla.
Otra cuestión diferente es el transporte de tropas, una cuestión fundamental para las actuales misiones del Ejército de Tierra
que se desarrollan fuera de nuestras fronteras. Amenazas como la de los
explosivos improvisados a las que se enfrentó España en Afganistán
hicieron necesario adquirir más de un centenar y medio de vehículos antiminas RG-31, denominados genéricamente MRAPS, que protegen a sus ocupantes de explosiones en los bajos. Se unen así a los casi 400 vehículos ligeros Lince.
Pero todas las fuentes consultadas coinciden en una necesidad concreta: el futuro vehículo 8x8 para transporte. Un programa de más de 1.000 millones de euros para dotar de entre 350 y 400 blindados, llamados a sustituir a los vetustos y poco seguros BMR –actualmente más de 500 en servicio-.
Por otra parte, las fuentes consultadas destacan del “gran avance” que supone la entrada en servicio de los helicópteros ‘Tigre’, aeronaves de ataque, que permiten “una defensa más efectiva de la infantería y unidades mecanizadas/acorazadas”.
El Aire: esperando a los drones
En
cuanto al Ejército del Aire, las fuentes militares consultadas aseguran
que las unidades de combate están “bien equipadas”. Dispone de 53 cazas Eurofighter, uno de los más modernos del mundo, que en breves dispondrán de nuevo armamento como los misiles Mistral o los Meteor.
En cuanto a la flota de F-18, España tiene distribuidos por las Alas 12 (Torrejón), 15 (Zaragoza) y 46 (Gando, Canarias) un total de 86 cazas. Las dos primeras alas han atravesado un proceso de modernización que finalizó en 2009, y aún continúan siendo “punteros” en cuanto a tecnología y sistemas de aviónica y combate.
En el caso de los 20 F-18 ‘canarios’ de Gando,
que fueron adquiridos de segunda mano a la Armada de Estados Unidos, no
han sido modernizados y tienen ciertas carencias técnicas respecto a la
flota de Hornets peninsular. En el Aire se comenta abiertamente la superioridad de los F-16 ‘vecinos’ que están en servicio en la fuerza aérea marroquí.
En cuanto a las alas de transporte, la flota de C-130 Hércules –en servicio desde los años 70- será paulatinamente renovada con la entrada en servicio del A400M, un proyecto cuestionado pero llamado a convertirse en el avión de transporte militar más potente del mundo.
Para los militares consultados, el Aire tiene una gran carencia que cubrir aún: dotarse de aviones no tripulados de tamaño medio. Los presupuestos para el año 2015 no incluyeron partidas para este nuevo equipamiento –aunque sí para los 8x8 y las F-110-,
lo que provocó un cierto sentimiento de frustración en el Cuartel
General del Aire. Máxime cuando todos los socios regionales de la OTAN, e incluso Marruecos, ya disponen de estas plataformas.
Sin embargo, Defensa anunció meses después que tenía la intención de adquirir hasta cuatro UAV de tamaño medio, con autonomía de más de 40 horas de vuelo para vigilancia y operaciones –en principio, sin armar-.
En esta compra, que supondrá una inversión de al menos 200 millones de euros, parten como favoritos el estadounidense Reaper o el Heron israelí.
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