A mediados de agosto comenzará el primer despliegue real de un BAM en la operación ATALANTA de represión de la piratería en el Índico. Será el "Relámpago" (P-43) con una unidad aérea embarcada compuesta por un helicóptero SH-60B de la 10ª Escuadrilla y un UAV.
Así mismo embarcará un equipo de seguridad de infantería de marina. No
será un despliegue corto, pues durará hasta noviembre y probablemente
vaya seguido de algunas visitas a puertos de marinas de guerra que
puedan estar interesadas en este tipo de buque.
En misiones de Seguridad Marítima,
tales como las antipiratería, lo que el BAM asegura frente a las
fragatas a las que sustituye es, básicamente, una mayor economía con
análogas capacidades utilizables. Tema este, el del ahorro, siempre
importante, pero que llega a ser vital en los tiempos que nos ha tocado
vivir. Este ahorro lo pudiéramos cuantificar aproximadamente en gastar tres cuartas partes menos en pluses y gratificaciones
-por su menor dotación- y la mitad en combustible. A la espera de que
los datos reales lo confirmen, estas cifras constituyen una economía
considerable.
Es llamativo que medio año después de este primer desligue del "Relámpago" está previsto el destacamento del "Freedom" -primer LCS (Litoral Combat Ship) norteamericano- a Singapur.
Pero así como el BAM desplegará para una de las misiones para la que
fue concebido y con todas sus capacidades de diseño a tope, no puede
decirse lo mismo del LCS 1. El "Freedom", el primero de hasta cuatro LCS
operando desde Singapur, navegará sin ningún modulo embarcado -en los
que reside conceptualmente su capacidad militar- por una razón muy
sencilla: no están listos. Esto hace que no pueda de
momento desempeñar la misión para la que fue diseñado que es la de
combate bidimensional alternativo en aguas costeras (dependiendo del
módulo que embarque en el momento: a escoger entre antisubmarino,
antiminas o antisuperficie), y deba resignarse a efectuar misiones de
mera presencia naval.
BAM
y LCS coinciden aproximadamente en desplazamiento y dotación. Pero
difieren radicalmente en velocidad y permanencia en la mar. No son
comparables las misiones del BAM -más modestas- con las de los LCS. Pero
también es verdad que precio y periodo de concepción, diseño y construcción han sido unas cuatro veces más favorable a la plataforma española.
No pretendo pues compararles; lo único que quiero decir es que cuando
se tienen las ideas claras se suele acertar a la primera. Y las ideas
con los LCS no deben estar muy claras cuando los norteamericanos están
construyendo en serie dos tipos de buque radicalmente diferentes, con
distintos sistemas de combate, para cubrir las mismas misiones que, de
momento, no alcanzan.
Esta grave crisis económica en que nos encontramos creo que pone de relieve que la idea que tuvo la Armada de construir un buque especifico y relativamente barato para
las misiones más frecuentes de Seguridad Marítima -pese a haberse
concebido en una era de relativa "prosperidad"- era clara y por lo tanto
-pronto se confirmará- acertada.
Por : Angel Tafalla, para :http://www.revistatenea.es
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