El
sistema aéreo no tripulado, o UAS (Unmanned Airborne System) Boeing
Phantom Eye realizó su primera salida autónoma en el Centro de
Investigación en Vuelo Dryden de la NASA, sito en la Base Aérea de
Edwards (California). Utilizando hidrógeno líquido como combustible,
partió de su carro de lanzamiento y ascendió a 4.080 pies y alcanzó una
velocidad de 62 nudos. Tras el aterrizaje sufrió algunos daños al
romperse el tren de aterrizaje.
Se trata del último de una serie de
programas de ese fabricante financiados con fondos propios, que incluye
los Phantom Ray, Echo Ranger y el sistema COMC2 (Common Open Mission
Management Command and Control) Común Open Command Gestión de la Misión y
Control (COMC2), capaz de gestionar todos sus recursos no tripulados.
Podrá estar en vuelo hasta 4 días, proporcionando una persistente
monitorización de grandes áreas, con un techo de servicio de 65.000
pies, generando sólo agua como bioproducto. Tiene una envergadura de
45,72 m. y una carga útil de 204 kg.
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