Un buque y un submarino nuclear de Estados Unidos chocaron ayer en el océano Atlántico. Se trata del San Jacinto y del submarino nuclear Montpelier, que forman parte de un grupo de embarcaciones de ataque liderado por el portaaviones Harry S. Truman. El buque ha arrollado al submarino mientras ambos hacían prácticas militares en un punto de la costa Este que la Armada no ha revelado. El choque no produjo ningún daño personal, pero sí materiales, según un comunicado de la propia Armada de EEUU, que no precisa la magnitud de tales daños aunque sí confirma los causados en el sónar de la bóveda del buque.
Aparentemente, el Montpelier divisó el periscopio del submarino nuclear cuando se encontraba a tan solo 200 yardas (unos 182 metros) de distancia, por lo que, aunque desde el San Jacinto se dio la orden de retroceder, el Montpelier no pudo esquivar el golpe
La Armada ha anunciado que se ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente y que se han iniciado los procedimientos militares para evaluar los daños materiales.
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