El Ministerio de
Relaciones Exteriores de El Salvador informó sobre los hechos del 16 de
mayo en aguas salvadoreñas del Golfo de Fonseca relacionados con la
persecución de una lancha de bandera salvadoreña que no acató la órdenes
de alto por parte de la Fuerza Naval de El Salvador, quien pretendió
realizar el procedimiento de registro que establecen los protocolos
navales respecto de una embarcación sospechosa.
El Gobierno de El Salvador ha emitido
un comunicado lamentando que en el suceso perdiera la vida una persona
de nacionalidad hondureña y otra resultara lesionada, informa que inició
una investigación y reitera que “es fiel creyente e impulsor de la
Declaración de Managua del 4 de octubre de 2007, por lo que llama
nuevamente a las naciones hermanas de las Repúblicas de Honduras y
Nicaragua a que trabajemos incansablemente a efecto de convertir el
Golfo de Fonseca en una Zona de Paz, Desarrollo Sostenible y Seguridad".
Este comunicado fue hecho público
después que la prensa hondureña asegurara que la Fuerza Naval de El
Salvador había admitido el seguimiento de una embarcación hondureña,
para luego atacarla a balazos en el Golfo de Fonseca.
Las declaraciones
hondureñas indicaban que en ella iban dos pescadores hondureños, y como
resultado murió Luis Antonio Requeno, un joven de 18 años, originario
de Playa Grande, Amapala, Valle.
Aunque no se niega que lo
acontecido es trágico, en Honduras la situación al parecer toma una
dimensión desproporcionada y se especula que la acción salvadoreña tenía
que ver con acontecimientos de hace un mes, cuando se acusó a efectivos
de la Fuerza Naval hondureña de haber atacado a un grupo de pescadores
salvadoreños frente a la isla de Meanguera del Golfo.
La
versión que se maneja sobre el ultimo acontecimiento asegura que la
patrullera marítima PM11 y el patrullero de apoyo PA13, del Grupo de
Tarea Naval interceptaron una lancha de motor fuera de borda, tipo
tiburonera, procedentes de aguas hondureñas, ingresando en aguas
salvadoreñas.
El PA-13 seguiría los protocolos navales, y se dirigió a
la lancha para realizar un registro, pero la lancha ignoró las señales
de alto, comenzando con maniobras evasivas en ruta a Honduras.
Las
versiones iniciales indicaban que no se les había disparado, pero al
parecer, si se alcanzo a la lancha con fuego de ametralladora.
El
PM11 es un guardacostas del tipo Swiftships de 77 pies de eslora,
generalmente armado con ametralladoras de 12,7mm y 7,62mm, pero con
capacidad de montar un mortero naval de 81mm y un cañón de 20mm. Se
trata de un patrullero lento e idóneo para patrullaje de una guardia
costera.
Las PA salvadoreñas no son las famosas Pirañas de la Boston
Whaler, ni patrulleras de ataque, sino interceptores SAFE Defender de 33
pies de eslora, precisamente entregados por los EEUU como medios
antinarcóticos y para operar en sintonía y en apoyo con el C3I.
Usualmente lleva una ametralladora 12,7mm y dos de 7,62mm. El Salvador
parece haber recibido hasta 8 de ellos (PA6 - PA13).
La tensión en el Golfo de Fonseca ha ido creciendo vinculada principalmente a la intercepción de embarcaciones pesqueras.
A
pesar de las acusaciones hondureñas, cabe indicar que el Grupo de Tarea
Naval, precisamente conformado por el guardacostas PM-11 y varios
patrulleros de apoyo, responden al Centro de Monitoreo (Anti-Drogas) C3I
establecido por los EEUU, y usualmente coordinado por ellos mismos, en
La Unión.
El conocimiento de este asunto pondría en serios
apuros al corresponsal de EDEFA, pues Aunque EEUU ha hecho público la
existencia de ese C3I, como parte del Programa Amistad Duradera, los
salvadoreños consideran su existencia sensitiva y no lo reconocen, como
desde defensa.com hemos informado.
defensa.com
Fotografías:
·Patrullera Marítima PM-11 armada con dos ametralladoras a proa (Foto FAES)
·PM-11 ya en operaciones con el Grupo Naval, sirviendo de nodriza a los patrulleros de apoyo (JMAH)
·Patrullera de Apoyo 7 (FAES)
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