El referéndum que tuvo
lugar en Suiza ayer, 18 de mayo, relativo a la compra o no de 22 aviones
de combate Gripen de fabricación sueca tuvo una baja participación (un
46,6 %) y un resultado ajustado, pero el 50,9 % de los suizos que
votaron declarándose en contra privará a la Fuerza Aérea del país de
contar con estos aviones.
De esta manera y tras el ajustado
resultado, Suiza no adquirirá los aviones de combate para los que el
Gobierno había aprobado un presupuesto de 2.500 millones de euros en
septiembre del año pasado.
El programa, denominado TTE suponía el reemplazo de los veteranos F-5 Tiger, por lo que es de esperar que Suiza siga confiando su defensa aérea a los aviones de Francia e Italia, como quedó de manifiesto en febrero de este año cuando el secuestro de un avión de pasajeros dejó claras las carencias de la Fuerza Aérea suiza.
La contrapartida industrial a la compra de estos aviones suponía la venta a Suecia, fabricante del Gripen de Saab, de aviones de entrenamiento Pilatus PC-21 de fabricación suiza. Esto deja el camino libre a la compra de los Super Tucano de Embraer, empresa brasileña con la que Saab ha firmado acuerdos de colaboración derivados de la venta del Gripen al país carioca.
El programa, denominado TTE suponía el reemplazo de los veteranos F-5 Tiger, por lo que es de esperar que Suiza siga confiando su defensa aérea a los aviones de Francia e Italia, como quedó de manifiesto en febrero de este año cuando el secuestro de un avión de pasajeros dejó claras las carencias de la Fuerza Aérea suiza.
La contrapartida industrial a la compra de estos aviones suponía la venta a Suecia, fabricante del Gripen de Saab, de aviones de entrenamiento Pilatus PC-21 de fabricación suiza. Esto deja el camino libre a la compra de los Super Tucano de Embraer, empresa brasileña con la que Saab ha firmado acuerdos de colaboración derivados de la venta del Gripen al país carioca.
(J.N.G.)
defensa.com
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