Pekín acusa a EE.UU. de instigar la hostilidad
antichina en Asia-Pacífico después de que el presidente Barack Obama
realizara un viraje en torno a un archipiélago en disputa del mar de
China meridional durante su gira por países de la región.
El truco con las islas Paracelso se descubrió con posterioridad,
cuando se transformó en una piedra en el zapato en las relaciones entre
China y Vietnam e incluso provocó disturbios antichinos en varias
regiones vietnamitas.
El caso es que el avión presidencial, el Air Force
One, realizó una vuelta, casi un rizo, alrededor del archipiélago en su
trayecto desde Corea del Sur, por Vietnam y hacia Filipinas.
El brote de odio se desató días después de que Obama partiera de Hanói y
solo para este sábado las autoridades de Vietnam han logrado
extinguirlo o al menos controlarlo, según informan sus dirigentes de
seguridad. Al menos dos personas murieron y cerca de 150 resultaron
heridas como consecuencia de los ataques a chinos étnicos.
Más de mil
oficinas y fábricas tuvieron que suspender su trabajo por motivos de
seguridad.
"Lo que quiere EE.UU. es evitar que China asuma la hegemonía en la zona del este asiático", dijo a RT
el experto en asuntos del este de Asia Santiago Castillo.
En su
opinión, los políticos estadounidenses inducen a los japoneses a esperar
un ataque por parte de China o Corea del Norte, aunque dichos planes de
ataque no existen.
El analista confirma que la agenda de Obama en todos los países regionales que visitó durante su reciente gira se
centraba "en lo que está haciendo China". Abordó los aspectos
económicos, militares de la política regional china o la instalación de
una plataforma petrolera en una zona en disputa, como fue el caso de
Hanói y las islas Paracelso.
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