EEUU
y Corea del Sur están negociando el traslado al país asiático de un
bombardero estratégico B-52 y un submarino nuclear estadounidense, según
informa este lunes la agencia Yonhap.
El
medio cita al portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano, Kim
Min-seok, quien anunció que "dada la situación de crisis en la península
de Corea, Corea del Sur y EEUU están revisando la fecha del despliegue
de armas estratégicas estadounidenses".
Aunque el funcionario no precisó en concreto de qué armas se trata,
fuentes citadas por Yonhap apuntan a que podría tratarse de un B-52 y un sumergible nuclear atracado actualmente en la base naval de Yokosuka, en Japón.
Según está previsto, las armas estratégicas de EEUU participarán en los ejercicios de ambos países Ulchi Freedom Guardian 2015.
"Mantendremos la alerta máxima para impedir provocaciones de Corea
del Norte, y si nos provoca, responderemos de una forma tan severa que
Corea del Norte se arrepentirá", afirmó el portavoz de Defensa.
Según destaca Yohnap, el despliegue de armamento estratégico
estadounidense en la península tiene como objetivo "incrementar
drásticamente la presión militar sobre Corea del Norte".
Estas
armas, subraya, son capaces de lanzar ataques a "fuentes militares,
políticas y económicas de fuerza" del país comunista, y su despliegue en
Corea del sur "abre una nueva perspectiva de desarrollo de la situación
actual".
Los bombarderos B-52 sobrevolaron la península de Corea en febrero
pasado, lo que le valió a EEUU las acusaciones por parte de Pyongyang de
"ensayar una guerra nuclear".
Las informaciones sobre el posible aumento de la presencia militar de
EEUU en Corea del Norte llegan después de que se comunicara la víspera
que Pyongyang había reforzado sus tropas cerca de la zona
desmilitarizada y desplegado la mayoría de sus 77 submarinos.
Las tensiones en la península de Corea se dispararon el jueves
pasado, cuando los dos países intercambiaron disparos de artillería y
pusieron en alerta máxima sus respectivos Ejércitos.
Pyongyang
también amenazó con lanzar una operación militar si Seúl no cesa sus
emisiones de propaganda antinorcoreana a través de portavoces instalados
en la frontera.
Por su parte, Corea del Sur se negó a detener su "guerra psicológica" contra el Norte mientras el país comunista no presente disculpas por la explosión de una mina en la zona desmilitarizada que dejó heridos a dos militares del Sur.
Desde el pasado sábado, los dos países llevan a cabo negociaciones de alto nivel para intentar poner fin a la crisis, no obstante, por ahora no se han logrado avances de importancia.
Desde el pasado sábado, los dos países llevan a cabo negociaciones de alto nivel para intentar poner fin a la crisis, no obstante, por ahora no se han logrado avances de importancia.
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