Entrada de la Base Naval de Las Palmas
maria turner
La pretensión de recuperar suelo choca con
las necesidades de Defensa. El PP, que hoy se resiste, también quiso
desplazar la Base Naval
Creen que es posible, pese a que los intentos anteriores de
otros gobiernos municipales acabaron siempre en el olvido. Esta vez, se
plantean los partidos de izquierda que hoy forman el ejecutivo de Las Palmas de Gran Canaria, será posible desplazar a la Armada de la ciudad,
siempre y cuando de las elecciones generales de diciembre surja un
Gobierno de España formado por el PSOE y Podemos, que tendría, estiman,
la sensibilidad que no ven en el actual que encabeza Mariano Rajoy.
Los codiciados terrenos son los de la Base Naval ubicada en
zona portuaria, pero muy cerca de algunas de las calles más comerciales
de la ciudad. De hecho, la avenida Mesa y López, la que tiene el metro
cuadrado más caro del municipio, desemboca justo en frente de este espacio,
que la Armada comenzó a utilizar en los años 40 del siglo pasado,
durante la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces es su punto de apoyo
en las Islas y desde allí han partido las misiones contra la piratería
en el Índico y las destinadas a Afganistán y el Líbano.
Pero con la llegada del nuevo grupo de gobierno al ayuntamiento, formado por el PSOE, LPGC Puede (candidatura que incluyó a Podemos)
y Nueva Canarias, el asunto ha vuelto a estar sobre la mesa. «Lo
llevábamos en el pacto de gobierno: reiniciar las negociaciones para
recuperar la Base Naval», recuerda José Enrique Ramírez, concejal de Transporte y nieto de un alcalde del siglo pasado. «Todos lo han intentado, menos Cardona, y nosotros no vamos a ser menos», sintetiza al aludir al anterior regidor, del PP, que se opone al traslado.
El actual alcalde, Augusto Hidalgo (PSOE), no tiene la más mínima duda y cree que su traslado lo ganarían «los ciudadanos», al tratarse de un espacio «privilegiado».
Por otro lado, cree que se puede hacer sin que tenga que ser traumático
y cita entonces los antecedentes de Las Rehoyas, el cuartel Manuel Lois
o Barranco Seco, que se recuperaron para la ciudad sin que se
presentaran controversias «ni aspavientos».
¿Adónde?
Sucede que, una vez planteada la cuestión, surge un
obstáculo considerable: ¿En qué otro lugar podría ubicarse la Base
Naval? Desde luego, serían pocos en la isla los que estarían dispuestos,
por ejemplo, a que se traslade a Tenerife,
por motivos de larga data y que se sintetizan en el llamado pleito
insular. Pero, pensando entonces dentro de Gran Canaria, las
posibilidades no son muchas. En algún momento se pensó en la zona de
Gando, donde el Ejército del Aire tiene su base, además del Aeropuerto
de la isla.
«Lo que está claro es que el lugar donde está ahora reúne
condiciones para cualquier cosa, menos para ser una base naval», dice el
primer teniente de alcalde, Pedro Quevedo (NC), que cree que «es poco razonable que una instalación militar esté en el centro de la ciudad».
Además, opina que hoy «no es relevante desde el punto de vista militar»
y que si no se ha hecho es porque «nadie ha puesto la carne en el
asador con este asunto».
Lo cierto es que durante un gobierno del PP, cuando Pepa
Luzardo era la alcaldesa, el traslado de la Base Naval se activó como
parte de la idea de la Gran Marina que recuperaría el litoral de la
ciudad. Con José Bono en Defensa por aquellos días, las reuniones nunca
lograron nada concreto, por desinterés del ministro. Y porque les ponía
una dura condición: «Si quieren el traslado, fináncienlo».
«Es una gran ofensa»
La visión que tiene del posible
traslado de la Base Naval el exalcalde de la ciudad, Juan Cardona (PP),
es muy diferente a la del actual grupo de gobierno. Cree que algunos de
los argumentos son no solo pueriles sino fruto de la ingratitud.
«Cuando
oigo a los actuales responsables del ayuntamiento decir que ‘no hay
barcos’ en el Arsenal, como insinuando que no se usa... me pregunto si
es que no saben dónde están los barcos.
Todo esto es una gran ofensa a
quienes están navegando y garantizando nuestra seguridad en las
diferentes misiones de las que es parte España», apunta el que ahora es
el jefe de la oposición municipal.
Incluso, cree que si acaso se llega algún día a tener
alguna posibilidad de diálogo con Defensa sobre el particular, «lo hacen
desde una dinámica negociadora muy torpe, porque con esa actitud
revanchista están bombardeando la capacidad de entendimiento» con los
responsables del Gobierno de España.
b. sagastume
http://www.abc.es
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