Si Suiza no compra finalmente los 22 aviones de combate Gripen que tenía previsto adquirir a la compañía sueca Saab, Suecia
también se retirará del proyecto, a menos que encuentre un nuevo socio.
Las dudas suizas sobre esta adquisición se plasmaron el pasado 21 de
agosto en un informe de su comisión parlamentaria de seguridad en el que
se apuntaba que la elección de este avión realizada por el Consejo Federal comporta riesgos en aspectos técnicos, comerciales, financieros y sobre el cumplimiento de la fecha de entrega.
Ante este movimiento, la compañía francesa Dassault ha vuelto a presentar una oferta para vender sus cazas Rafale a los suizos en lugar de los Gripen.
A
los 22 aviones de Saab para Suiza del acuerdo inicial se suman entre 60
y 80 cazas más para Suecia como parte de un acuerdo de desarrollo y
coste compartido. Pero el compromiso de adquisición sueco cuenta con una
cláusula de salida que le permite dejar de financiar el programa del JAS Gripen-NG E/F
en caso de que Suiza se retire del proyecto, y no se encuentre un socio
extranjero alternativo con el que compartir los costes de desarrollo y
producción.
La premisa está contenida en la proposición del Ministerio de Defensa de la Proposición del Presupuesto de Defensa para 2013, que fue presentada al parlamento sueco el pasado 22 de septiembre, según explica Defense News en un amplio reportaje sobre este asunto.
El representante del Partido Verde en la Comisión Parlamentaria de Defensa sueca, Peter Radberg,
ha evidenciado la inestabilidad por la que pasa este programa al
apuntar cómo “por un lado el Gobierno señala en la propuesta de
presupuesto que el JAS Gripen es un requisito indispensable si queremos
contar con una capacidad de defensa fuerte, pero por otro lado se dice
que el proyecto se cancelará si se retira Suiza como socio y no hay otro
respaldo extranjero. Esto deja el proyecto en el Limbo”.
La
posibilidad de que la fabricación de los alrededor de un centenar de
nuevos Gripen contemplados en el acuerdo suizo-sueco quede en agua de
borrajas es consecuencia del informe que este verano publicó la comisión
parlamentaria de seguridad suiza, en el que se ponía en duda que la
elección del Gripen hubiese sido la mejor, frente a la del Rafale francés y el Eurofighter del consorcio formado por las empresas BAE Systems, EADS y Finmeccanica, en el que participan Gran Bretaña, Alemania, Italia y España
Sin embargo, 16 miembros de esta comisión nombrada por el parlamento suizo votaron en contra de exigir que el Gobierno suspenda el acuerdo, frente a 9 que sí se han mostrado a favor.
En
todo caso, la controversia ha llegado a tal punto en Suiza que los
oponentes a la compra de los Gripen han anunciado su intención de
convocar un referéndum nacional sobre este acuerdo que se celebraría a
finales de 2014.
El ministro de defensa suizo, Ueli Maurer,
explicó que no se producirán cambios en el precio de compra de los
Gripen ya que está garantizado. Maurer recordó que el Gripen “era la
opción más barata”, comparado con el Dassault Rafale y el Eurofighter.
La información de Defense News recuerda que el acuerdo de
asociación de Suecia con Suiza incluye la entrega de 22 JAS Gripen E/F a
la segunda valorados en 3.100 millones de euros.
La controversia
ha llevado a Dassault a tratar de aprovechar la oportunidad presentando
una nueva oferta a Suiza con cuatro opciones posibles: 22 aviones por
3.300 millones de dólares (casi 2.600 millones de euros); 18 con todas
las capacidades pedidas por Suiza por 3.100 millones de dólares (2.400
millones de euros); 18 unidades sin simuladores ni capacidades de
reconocimiento ni de aire-tierra, y, finalmente, 12 cazas con todas sus
capacidades y simuladores, con una eficiencia operativa que según
Dassault les hace comparables a la de los 22 Gripen por 2.340 millones
de dólares (más de 1.800 millones de euros).
Foto: Saab
Infodefensa.com
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