El
grave incidente acaecido en agosto de 2011 -en que una célula yihadista
perpetró un ataque contra objetivos tanto militares como civiles en la
frontera sur del país, causando la muerte a ocho israelíes y provocando
luego la de cinco guardias de fronteras egipcios en la subsiguiente
persecución en calien-te, lo que desencadenó todo un contencioso
diplomático- llevó al Ejército a desplegar unas nuevas unidades de
inteligencia de combate. Lo más llamativo es que estas unidades están
formadas exclusivamente por jóvenes mujeres (entre los 18 y los 24 años
de edad) que añaden un tercer año en régimen voluntario a los
tradicionales dos de servicio militar obligatorio. Según demuestran
estudios psicológicos internos realizados en el seno del propio Tsahal, a
esa temprana edad las féminas demuestran una mayor capacidad de
concentración que los hombres, lo que las hace idóneas para tareas de
vigilancia fronteriza.
Escondidas
bajo telas de camuflaje con forma de duna del desierto, práctica-mente
imperceptibles ante el barrido del ojo humano, estas jóvenes soldados
pueden llegar a permanecer hasta 48, e incluso 72, horas sin salir para
así minimizar la posibilidad de ser detectadas por aquellos que
pretenden cruzar la frontera. Agrupadas en patrullas de entre 6 y 8
miembros, y haciendo uso de sofisticados sistemas de visión diurna y
nocturna, así como de comunicaciones, su principal función es la de
comunicar cualquier movimiento sospechoso que perciban, a las unidades
de combate acantonadas por la zona. Entre ellas, por ejemplo, el
batallón mixto "Caracal", una de cuyas integrantes logró abatir a un
yihadista el pasado mes de septiembre, después de que éste disparase a
un compañero que estaba prestando ayuda humanitaria a un grupo de
inmigrantes ilegales que intentaba cruzar a Israel.
En
el caso de que la amenaza sea inminente y no haya tiempo material para
el desplazamiento de una unidad de combate como el "Caracal", las
jóvenes tendrán que intervenir ellas mismas, para lo que van armadas con
los regla-mentarios fusiles de asalto M-16 o Tavor. Para ello, reciben
un entrenamiento de siete meses en la base militar de Sayarim, situada a
pocos kilómetros de la frontera, cerca del enclave turístico de Eilat.
Uno de sus responsables, explica cómo sus integrantes han de ser capaces
de enfrentarse a cualquier potencial amenaza -aplicando diferentes
reglas de enfrentamiento según sean inmigrantes ilegales o milicianos
armados, por supuesto- haciendo uso de sus armas o entrando en el cuerpo
a cuerpo aplicando técnicas de defensa personal como el Krav Maga.
Estas
unidades femeninas, conocidas como "Nachsol", no permanecen fijas, sino
que cambian de posición periódicamente. Para ello cuentan con unas
mochilas de gran capacidad en las que cargan la tela de camuflaje y
todos sus modernos equipos de detección. Una de las soldados que acaba
de superar el curso de entrenamiento, señala que, en ocasiones, el peso
que cargan puede superar el 33% de su peso corporal, lo cual puede
resultar contraproducente desde el punto de vista fisiológico. Pero
también enfatiza que no se trata del servicio militar regular, sino de
una unidad de voluntarias, lo que hace que la asunción del riesgo -tanto
éste como el de ser sorprendidas por un francotira-dor enemigo- se dé
por sobreentendida.
Las
unidades femeninas "Nachsol" se ven complementadas por otras
masculi-nas, conocidas como "Modi´in Sadeh", que fueron creadas en el
año 2000 combinando capacidades de inteligencia de campo como labor
principal, con las de combate en caso de necesidad, estando igualmente
presentes en las fronteras con Líbano, Siria y Jordania. Para ello,
están estructuradas en tres batallones, bajo los nombres de "Shajaf"
(perteneciente al Mando Regional Norte), "Nitzan" (Mando Central) y
"Nesher" (Mando Sur). Este último, del que depende la vigilancia de la
frontera con la, hoy en día, peligrosa e imprede-cible Península del
Sinaí, dispone a su vez de una unidad especial que opera bajo el nombre
de "HaNayadet" ("La Itinerante").
Tradición de combate entre las mujeres
Mientras
que en su reciente despedida, el hasta hace poco secretario de De-fensa
de EEUU, Leon Panetta, revocaba la prohibición al servicio de la mujer
en unidades de combate en sus Fuerzas Armadas, en el caso de Israel lo
lle-van haciendo desde 1985. Además del mencionado batallón "Caracal"
(que también es de alistamiento voluntario, requiere tres años de
servicio a las mujeres y promueve la total igualdad de género, en
estricta aplicación de la enmienda a la Ley del Servicio Militar del año
2000, que estableció el principio de igualdad entre hombres y mujeres)
hay otra serie de unidades del Tsahal en las que destaca la
participación femenina.
Entre
ellas, el batallón 76 de Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Tierra,
con capacidades de defensa NRBQ; el batallón 334 del Cuerpo de
Artilleros, que opera tanto sistemas de lanzamiento de misiles MLRS
(Multiple Launch Roc-ket System) como lanzaderas del modelo Patriot, que
conforman el escudo anti-misiles conocido como "Cúpula de Hierro";
unidades de guerra electrónica y cibernética; la unidad canina "Oketz",
que actúa tanto en labores de vigilancia como de lucha contra el
contrabando de drogas o la desactivación de explosivos; y también como
pilotos de combate de las prestigiosas Fuerzas Aéreas.
El
acceso de la mujer al pilotaje de combate tiene lugar desde que en 1995
la famosa olim (nueva inmigrante) sudafricana Alice Miller ganara un
caso ante la Corte Suprema de Israel, que sentenció que aquellas mujeres
que demostraran las aptitudes necesarias y superaran las pruebas
correspondien-tes tienen tanto derecho a ser pilotos de combate como
cualquier hombre. Quién sabe si alguno de los cazabombarderos que el
pasado día 30 de enero bombardearon el centro de investigación militar
sirio de Al Yamraya en las afueras de Damasco y quizás también un convoy
con baterías anti-misiles en la frontera con Líbano -este detalle no ha
sido confirmado todavía por las autoridades israelíes y sigue siendo
ignorado por las sirias- no fuera una de estas mujeres piloto.
Julio de la Guardia / Base militar de Sayarim. Sur de Israel
http://www.revistatenea.es
*Julio de la Guardia
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