El
presidente de Rusia y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas,
Vladímir Putin, llegó hoy al Territorio de Krasnodar, en el sur del
país, para presenciar las maniobras militares a gran escala que comenzaron ayer en la zona del mar Negro.
Putin emitió "por sorpresa" la orden de comenzar el simulacro en la región donde dentro de un año se celebrarán los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi. La seguridad en esta ciudad rusa a orillas del mar Negro es una de las prioridades de las fuerzas del orden y del Ejército.
En las maniobras participan 7.000 efectivos, incluidos infantes de
Marina, unidades de reacción rápida y fuerzas especiales del Servicio de
Inteligencia del Estado Mayor, así como 36 buques de guerra, 250
blindados, 50 piezas de artillería y unos 20 aviones y helicópteros.
Ayer, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, comentó que las
maniobras "sorpresa" tienen como objetivo comprobar el nivel de
disponibilidad operacional de las tropas.
Se trata del segundo simulacro no programado que realizan las Fuerzas
Armadas en lo que va de año. El primero tuvo lugar en febrero con la
participación de unidades de los Distritos Militares Central y del Sur
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