Además de considerar esta acusación como una
pura mentira, muchos expertos estiman que ya es un poco tarde para hacer
escándalo, porque el tratado en cuestión ya perdió su actualidad.
El diario The Washington Times
llama la atención de la opinión pública sobre el nuevo misil ruso
Yars-M de unos cinco mil quinientos kilómetros de alcance. EEUU lo
considera como un arma de alcance medio, y no como un misil balístico
intercontinental, de acuerdo a la clasificación en que insiste Moscú.
Los especialistas rusos se oponen a esta actitud. He aquí lo que nos
dijo al respecto el analista político y militar Alexánder Golts,
vicedirector del portal web Revista Diaria:
—Todo
el mundo sabe que Yars es un misil balístico intercontinental,
desarrollado a base del Topol-M, uno de los principales misiles de la
fuerza estratégica nuclear de Rusia. Bajo esta denominación, Yars figura
en el Tratado START sobre armas estratégicas ofensivas firmado en 2010,
cuando ambas partes estaban de acuerdo que se trata de un misil
balístico intercontinental y lo incluyeron en la categoría de portador
estratégico.
En otras palabras, las insinuaciones
de EEUU no tienen fundamento alguno. Este incidente reactivó el debate
político y pericial acerca de la eficacia del Tratado INF en las
condiciones actuales. Moscú sostiene que se trata de un documento
obsoleto, un “rudimento” de la Guerra Fría, y argumenta que países como
India, Pakistán, Corea, China, Irán e Israel disponen de misiles de
corto o medio alcance y se sienten perfectamente con estas armas. En
estas circunstancias, Rusia puede renunciar a sus compromisos
correspondientes al Tratado INF.
He aquí lo que comenta al respecto el director de la revista Defensa nacional, Ígor Korótchenko:
—Tenemos
prevista esta posibilidad. La decisión será tomada por el presidente de
Rusia, porque este asunto es de su incumbencia. Obviamente que lo va a
decidir tomando en consideración las opiniones de los ministerios y
departamentos interesados, en primer término, el Ministerio de Defensa y
el Estado Mayor General. A mi modo de ver, este tratado realmente
parece algo anacrónico. Se firmó en un período histórico determinado
bajo ciertas circunstancias políticas. Además, varios países ubicados en
el perímetro de la frontera nacional de Rusia ya poseen misiles de
medio y pequeño alcance o los están desarrollando. En estas
circunstancias, la jefatura política de Rusia responsable de la
seguridad del país tiene derecho a tomar todo tipo de decisiones para
corregir la disparidad.
No todos los analistas
comparten esta actitud. Algunos estiman que Rusia es capaz de
contrarrestar las amenazas mediante sus armas nucleares estratégicas y
tácticas.
Hay expertos que creen que Rusia
desestabilizaría la situación global al salir del Tratado INF. Pero la
situación es realmente paradójica. Cada vez más países adquieren
tecnologías para producir misiles de corto y medio alcance, mientras
Rusia y EEUU mantienen su postura de desventaja. Esto puede tener peor
efecto para la estabilidad global que la posible derogación del Tratado
INF.
A lo mejor, tendría sentido globalizar el tratado.
De esta manera, el documento vigente podría servir de base para elaborar
un nuevo acuerdo. Lo importante es que las reglas del juego sean
iguales para todos.
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