Pesa más de lo previsto inicialmente, tiene menos autonomía y no lleva equipado el sistema de vuelo automático a baja cota
Alemania quiere pagar menos por el avión
A400-M. Así se lo ha trasmitido el Ministerio de Defensa alemán al
fabricante, Airbus, tras constatar las diferencias que hay entre el
proyecto inicial y las especificaciones finales de la aeronave.
Alemania se encuentra inmersa en una profunda revisión de sus
cuentas en materia de Defensa. La Hacienda alemana ha decidido poner en
marcha auditorias en todos sus Programas Especiales de Armamento, de los que España comparte cuatro: el Eurofighter, el helicóptero Tigre, el NH-90 y el A400-M.
Este último proyecto, concebido para convertirse en el avión de transporte militar del futuro próximo, ha provocado una queja del gobierno federal alemán a Airbus, firma responsable de su diseño y fabricación.
Según recoge la prensa alemana, una carta enviada del Ministerio de Defensa al de Financias evidencia “presiones” al fabricantede cara a rebajar el coste económico
del proyecto, amparándose en los retrasos acumulados y en que sus
prestaciones finales serán menores de lo pactado inicialmente.
En total, el proyecto está valorado en 28.0000 millones de euros, 8.000 más de lo previsto en el primer contrato. El sobrecoste ha supuesto, por ejemplo, que España tenga que pagar 500 millones de euros más –una parte en forma ayuda a la exportación a devolver por Airbus- por los 14 aparatos contratados.
La queja de Alemania ha puesto de relieve que el aparato final no será el que se había diseñado en un primer momento, pese a que su precio sigue siendo el mismo. Algo que vienen denunciando también militares españoles desde hace tiempo.
Sobrepeso
En un principio los primeros prototipos acumulaban un sobrepeso de 12 toneladas –se repite lo ocurrido con el submarino S-80-, una cifra que se consiguió rebajar hasta las aproximadamente 5 introduciendo materiales más ligeros como la fibra de carbono.
Este sobrepeso, en la práctica, reduce la autonomía de la aeronave a plena carga hasta los 3.298 kilómetros de distancia según los tests de pruebas. Una distancia inferior de la que se especificó en el contrato inicial de desarrollo del proyecto.
Vuelo automático a baja cota
Otra
de las especificaciones que, según indican fuentes militares, no
figurará en el modelo final que será entregado a los países compradores
del A400M es su capacidad de vuelo a baja cota de forma automática.
Según explican estas voces, se trata de una capacidad determinante para un avión de transporte de estas características
y que estaba incluido dentro del proyecto inicial. Este sistema permite
a la tripulación volar el aparato a pocas decenas de metros de altura
de forma automática, siendo el avión el que corrige su altura y trayectoria dependiendo del terreno sobre el que vuele.
La certificación de vuelo obtenida en verano de 2013, tras 5.000 horas de vuelo de pruebas, no incluye este sistema de vuelo automático. El aparto podrá volar a una altura mínima de 50 metros –siempre de forma manual, operado por los pilotos- y de 100 metros en caso de ser vuelo nocturno.
Ordenador de contramedidas
Un aspecto “revolucionario” que destacan quienes conocen de cerca el proyecto es el sistema de contramedidas, sensores de alerta y autodefensa del A400M. Sin embargo, también en este punto, aseguran, existen diferencias con el proyecto inicial.
El ordenador que gestiona las amenazas, por ejemplo de un misil antiaéreo, estaba diseñado para realizar una “respuesta automática total” ante un riesgo determinado, maniobrando de forma autónoma para evadir un proyectil. Sin embargo, el sistema final requerirá de pilotaje manual.
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