Las tecnologías furtivas ganan cada vez más presencia en las más modernas armas desarrolladas tanto por EEUU como por Rusia, convirtiéndose en una tendencia predominante de la fabricación militar a nivel mundial.
Las
tecnologías furtivas, cuyo objetivo consiste en reducir la capacidad
del enemigo para detectar un arma, dieron sus primeros pasos en los
albores de la humanidad, cuando los seres humanos comprendieron la
importancia de esconderse y emboscar a sus víctimas y enemigos.
Esta táctica humana no costó demasiados esfuerzos a lo largo de miles
de años, pero en el siglo XX, tras el descubrimiento de las ondas
electromagnéticas y su capacidad de detectar objetos en tierra, aire o
mar, se tornó mucho más difícil ocultar cualquier tipo de arma.
Para
ocultar un avión a un radar no basta con que sus formas resulten raras,
se requiere de diseñar determinadas características físicas que
interactúen con las ondas electromagnéticas de tal modo que estas no se
reflejen o sus reflejos se neutralicen.
El físico ruso Piotr Ufímtsev, estudió profundamente el fenómeno de
la reflexión de las ondas electromagnéticas y su predicción, publicando
diversos trabajos científicos ampliamente difundidos por la URSS en
diversos idiomas.
Estos trabajos fueron aprovechados por los ingenieros aeroespaciales
del Lockheed para desarrollar el F-117A Nighthawk, tornándose desde
estos desarrollos entonces en una tendencia de los principales
productores de armas, encabezados por EEUU y Rusia, pese a que los
recientes avances en los algoritmos de filtros bayesianos, usados para
procesar los datos recibidos por los radares, así como las mejoras en
los propios radares y sensores, merman la efectividad de estas
tecnologías.
Repasemos algunas de las armas más potentes que se valen de este tipo de tecnologías para pasar inadvertidas por sus enemigos.
SR-71 Blackbird
El SR-71 ganó su merecida fama como el avión más veloz jamás
construido, cualidad que opaca sus características como nave furtiva.
Este avión, que en su momento supera la velocidad del sonido en 3,2
veces, fue uno de los primeros en incorporar múltiples características
de las tecnologías furtivas en su diseño.
El SR-71 incorporó cuatro características furtivas en su diseño, que
comprenden el diseño de su fuselaje para evitar reflejar las ondas del
radar, el uso de materiales compuestos que absorben estas ondas, la
presencia de motores de postcombustión J-58 y el uso de pintura negra
infundida con diminutas esferas de ferrita, que le valió el sobrenombre
de Blackbird (mirlo).
No obstante, esta nave, descontinuada en 1998, aún resultaba detectable por los radares.
F-117 Nighthawk
El F-117 es el primer avión de ataque furtivo, llamado erróneamente
"caza furtivo", cuando en realidad se trata de un bombardero táctico.
Esta nave fue desarrollada en el marco del proyecto ultrasecreto Have
Blue proyect, que produjo dos modelos de avión con uso de tecnologías
furtivas, destacando por su baja detección por los radares.
Dado su carácter secreto, durante gran parte de la década de 1980 se
especuló sobre la existencia de un "caza furtivo", especialmente luego
de que un F-117 tuviera un accidente en las afueras de Bakersfield,
California, en julio de 1986.
El secretismo solo avivó el interés del público y la Fuerza Aérea de EEUU se vio obligada a confirmar su existencia en 1988.
Estas naves participaron en combate en Panamá, Irak, Kosovo, entre 1989 y 2003, siendo retiradas en 2008.
B-2 Spirit
El B-2 Spirit fue el primer bombardero verdaderamente furtivo
fabricado por EEUU, capaz de superar las líneas de defensa enemigas y
descargar tanto bombas convencionales como nucleares.
Por su alto costo, esta nave fue objeto de serias polémicas en el
Congreso de EEUU, y tras el fin de la guerra fría el contrato inicial
que preveía el suministro de 132 aviones de este tipo se redujo
drásticamente, construyéndose solo 21.
Esta nave participó en combate real en Kosovo en 1999, en las dos
contiendas de EEUU contra Irak y durante los bombardeos de Libia en
2011.
F-22 Raptor
Se trata del primer caza furtivo de quinta generación, diseñado para
reemplazar a los F-15 Eagle, y sus capacidades de invisibilidad se
otorgarían ventaja durante los combates aire-aire.
El F-22 surgió en la década de 1980 y fue denominado en aquel momento
como el caza táctico avanzado (ATF), ya que sería el primer avión en
incorporar las tecnologías furtivas en una nave de combate altamente
maniobrable.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos había previsto inicialmente el
suministro de 750 aviones F-22 para reemplazar a los F-15A y F-15C, pero
los pedidos se redujeron finalmente a 183 aviones.
T-50 (PAK FA)
Por su parte, Rusia tampoco está al margen de este tipo de desarrollos, presentando el T-50 (PAK FA), avión táctico con características únicas que combina las funciones de aviones de caza y de ataque.
Dispone de nueva aviónica, un moderno radar y "piloto electrónico",
es capaz de alcanzar velocidades de hasta 2.100 km/h y tiene una
autonomía de vuelo de 5.500 kilómetros.
Además, está provisto del complejo de lucha radioelectrónica
Himalaya, que le permite mejorar el nivel de defensa contra
interferencias y neutralizar las tecnologías furtivas del enemigo.
El nuevo caza debe sustituir los MiG-29 y Su-27 en el arsenal de la Fuerza Aérea rusa.
Submarino nuclear clase Ohio
No solo los aviones han desarrollado las tecnologías furtivas, por su
parte los submarinos han jugado un papel importante a la hora de
acercarse inadvertidos a las filas enemigas.
El concepto de las tecnologías furtivas no sólo se aplica a las
aeronaves-submarinos han ido incorporando características furtivas
durante décadas. Entre los submarinos, la más poderosa combinación de
letalidad y el sigilo es casi seguro que la clase Ohio submarinos de
misiles balísticos de propulsión nuclear.
Los submarinos nucleares portamisiles Ohio, son las mayores naves de este tipo construidas por los Estados Unidos.
Sus características furtivas incluyen un casco cilíndrico, en forma
de pez, para asegurar un movimiento rápido con el mínimo ruido.
Todos los equipos capaces de generar ruido son colocados sobre soportes que aíslan el sonido.
Los silos de misiles nucleares están dispuestos al ras del casco para disminuir el ruido de flujo.
De los 18 submarinos de esta clase existentes, 14 sirven como
submarinos de misiles balísticos, mientras que los restantes cuatros
están artillados con misiles convencionales de crucero Tomahawk.
Submarino 636.3 Varshavianka
Los submarinos del proyecto 636.3 Varshavianka pertenecen a la
tercera generación, tienen un desplazamiento de 3.950 toneladas, una
velocidad de 20 nudos, una profundidad de inmersión de 300 metros y una
tripulación de 52 personas.
Están
armadas con torpedos de 533 mm (seis lanzaderas), minas, sistema de
misiles Kalibr, ubicados en el caso de modo tal que minimizan cualquier
turbulencia generadora de ruidos que permitan su detección.
Por su parte, son capaces de detectar los objetivos a una distancia
que supera en tres o cuatro veces la capacidad de detección de las naves
enemigas.
Por su capacidad de ocultarse, las naves de este proyecto han sido llamadas por la OTAN "agujeros negros", siendo considerado el submarino más silencioso del mundo.
Por su capacidad de ocultarse, las naves de este proyecto han sido llamadas por la OTAN "agujeros negros", siendo considerado el submarino más silencioso del mundo.
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