Un helicóptero de la Policía Nacional de Colombia, con
matrícula PN 0608, se accidento en el Urabá Antioqueño, noroeste
colombiano, cuando realizaba junto a otros dos helicópteros operaciones
contra organizaciones al margen de la ley que delinquen en la zona.
Aunque uno de los tripulantes de los helicópteros que lo acompañaban
manifestó que el aparato había sido derribado, el ministro de Defensa
Nacional salió a desmentir esta hipótesis y aclaró que todo se debió a
las condiciones atmosféricas adversas que se presentaron esa mañana. La
poca visibilidad habría provocado que el helicóptero colisionara con una
ladera montañosa volando a más de 180 km/h.
Esta versión no aclararía las dudas sobre el accidente, pues bajo condiciones climáticas desfavorables y de poca visibilidad es poco probable que un piloto entrenado de helicóptero volara la aeronave a la velocidad que asegura el jefe de la cartera de Defensa.
Esta versión no aclararía las dudas sobre el accidente, pues bajo condiciones climáticas desfavorables y de poca visibilidad es poco probable que un piloto entrenado de helicóptero volara la aeronave a la velocidad que asegura el jefe de la cartera de Defensa.
No se puede obviar tampoco que este helicóptero contaba con un radar meteorológico,
que le permite identificar los accidentes geográficos del terreno. El
helicóptero estaba participando en una operación de seguridad denominada
Agamenón, con la que se pretendía dar caza a varios miembros del clan
Úsuga como su jefe Darío Antonio Úsuga, conocido como “Otoniel” o Luis
Orlando Padierna, alias “Inglaterra”.
Tras el siniestro se desplazaron a
la zona diversas patrullas y dos helicópteros Black Hawk que
transportaron grupos de búsqueda y rescate y personal sanitario
procedente del Comando Aéreo de Combate Nº5.
Semana negra en los medios aéreos y declaraciones oficiales dudosas
Este
nuevo accidente se cobra la vida de 15 integrantes de la Policía
Nacional, que sumados a los 11 fallecidos en el accidente del avión CASA
CN-235 de la FAC, hacen de estos hechos una seguidilla trágicas para
los cuerpos de seguridad nacionales.
Además, queda en duda la sinceridad
de las declaraciones del ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, que
en el caso del CASA CN-235, aseguró que una probable causa puedo ser la
acumulación de hielo en una de las alas del avión, ocultando a la
opinión pública otros factores más relevantes, como las modificaciones
realizadas en Colombia a esta aeronave para convertirla en una plataforma
de guerra electrónica, cambios que habrían modificado y debilitado
diseños estructurales y eléctricos para poder ubicar y alimentar los
nuevos sistemas.
Las dudas surgen sobre las condiciones
reales de la capacidad aérea de Colombia, que a la fecha ve reducido el
presupuesto de inversión para el año 2016 y que en cierto modo ha
quedado relegada antes las otras fuerzas, debido a la decisión del
presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, de cesar cualquier tipo de
hostigamiento aéreo contra el grupo narcoterrorista de las FARC, siendo
probable que a razón de esto, los presupuestos para mantenimiento y
nuevas adquisiciones se haya visto afectado.
Tan graves son estos
desafortunados acontecimientos que algunos senadores de la República
han citado a personal del ministerio de defensa para que rindan
explicaciones sobre esta serie de accidentes y poder aclarar las reales
causas de estos siniestros.
defensa.com
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