El Jefe de la aviación estratégica de la Fuerza Aérea rusa, el teniente general Anatoliy Zhíjarev, comunicó recientemente que el desarrollo del bombardero estratégico conceptualmente nuevo entra la fase de los trabajos de diseño y experimentación.
Esto significa que en líneas generales, el proyecto del nuevo aparato está aprobado.
De
momento, la configuración del nuevo bombardero y sus parámetros, son un
secreto. Ni los fabricantes de la Corporación Aeronáutica Nacional, ni
los futuros usuarios – la Fuerza Aérea rusa - se apresuran a
proporcionar detalles.
Y no obstante, es posible imaginar las variantes más probables.
La
primera supone la creación de un avión subsónico con gran autonomía de
vuelo, capaz de burlar la defensa antiaérea del adversario gracias a su
baja detectibilidad ante los radares. No se descarta que, en caso de
necesidad, el avión pueda emplearse en la versión no tripulada.
Hablando
en rigor, el nuevo avión será muy parecido al proyecto estadounidense
NGB, destinado a reemplazar los bombarderos B-52 y B-1B. El aparato ruso
debería reemplazar antes que nada los Тu-95МS. El avión podría estar
provisto de motores NK-65, producidos por la Fábrica Kuznetsov, de
Samara.
La segunda variante supone utilizar las
soluciones ideadas en el proceso de diseño del caza de quinta generación
T-50. En este caso, se trataría de un avión hipersónico en que estarían
instalados algunos radares y motores del T-50. Pero en vez de dos
motores, instalados en el caza, el nuevo bombardero estaría dotado de
cuatro motores análogos.
Tomando en consideración que
el bombardero no necesita un empuje tan fuerte como el de caza, los
proyectistas decidieron aumentar más que en el doble la masa de
despegue. O sea, el peso máximo de despegue sería de ciento veinte o
ciento treinta toneladas, homologable con el que tiene el avión Тu-22М3.
Merced
a unos motores más modernos y económicos, el radio de acción del futuro
bombardero se aproximaría al del Tu-160 (de seis a siete mil
kilómetros), con la misma capacidad de carga exterior.
La
tercera variante supone optar por el motor del Tu-160. En este caso, el
nuevo bombardero se asemejaría mucho por sus principales parámetros al
Tu-160, superando a su predecesor gracias a la acrecida economicidad de
los motores. Gracias al empleo de avanzados materiales y nuevas formas,
el aparato será menos visible para los radares. Ello no obstante, el
precio constituye un serio escollo para esta variante.
–Para
el momento actual, las características técnicas del avión ya están
planteadas, y pasamos a la etapa de los trabajos de diseño y
experimentación, ha expresado Anatoliy Zhíjarev.
Un
par de semanas antes, el Comandante adjunto de la Fuerza Aérea y la
Defensa Antiaérea, el general mayor Alexander Cherniaev anunció que el
nuevo avión sería desarrollado antes de lo previsto: “La Fuerza Aérea
recibirá en dotación los primeros modelos del nuevo bombardero hacia
2020”.
Según el alto cargo militar, semejante
optimismo se debe a que el proyecto ya está elaborado, y ahora se están
ultimando los detalles.
–Hoy
por hoy, existen todas las premisas para desarrollar el avión en los
plazos establecidos y ponerlo en servicio operacional junto con los
altamente fiables Тu-95МS, Тu-160 y Тu-22М3, destacó Cherniaev.
Anteriormente, como las primeras fechas de suministro de los flamantes bombarderos se mencionaban mediados de los años 2020.
De
todo lo expuesto podemos sacar la siguiente conclusión: la variante más
probable es la segunda, ya que supone el empleo de elementos ya
elaborados por la oficina de diseño Sujói en el deslinde de los años
ochenta y noventa del siglo pasado. Tampoco cabe olvidar que Sujói es la
oficina de proyección más eficaz de la industria aeronáutica nacional.
http://spanish.ruvr.ru
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