Empresas checas, eslovacas y húngaras se han unido para suministrar conjuntamente nuevos radares 3-D con los que reemplazar el sistema de construcción soviética P-37,
que aún se utilizan en sus respectivas fuerzas armadas.
El objetivo
también es mejorar la interoperabilidad entre la defensa de los tres
países y dotarse de sensores impenetrables para Rusia.
Polonia también fue invitada a participar en la
compra, si bien no se cree que finalmente vaya a entrar en el programa
desvelado ahora.
Por lo que de momento en él se incluye la adquisición
de cinco radares por parte del Ejército de la República Checa, de otras cuatro unidades desde Eslovaquia y otros dos más para Hungría, según recoge Defense News
de un medio financiero checo que estima el coste del radar en 325
millones de coronas (cerca de 11,8 millones de euros) y apunta que la
norteamericana Lockheed Martin y la británica BAE Systems han mostrado su interés en suministrar radares a Chequia.
El proyecto de los tres países citados conocidos ahora podría
constituir un importante incentivo para incrementar la cooperación
industrial en defensa entre compañías centroeuropeas, según el portavoz
del fabricante checo de camiones Tatra, Andrej Cirtek, que es una de las empresas implicadas en el desarrollo del nuevo radar.
El Ministerio de Defensa checo debe ahora decidir si
adquirirá los radares mediante un mismo acuerdo con su homólogo
eslovaco y su homólogo húngaro, o bien si optará por convocar un
concurso por separado. Esta decisión será previsiblemente adoptada a
finales de este mismo mes.
Infodefensa.com
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