Combatientes del Estado Islámico (EI) (Foto: Council on Foreign Relations) |
Las Fuerzas Armadas estadounidenses han abierto un nuevo frente contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) en la provincia de Al Anbar, al oeste de Irak.
La aviación de EE.UU. a bombardeado los alrededores de la presa de
Hadiza, con el objetivo de que no cayera en manos de los insurgentes.
Según la agencia de noticias iraquí Al Sumaria News, en el ataque han muerto decenas de combatientes del EI.
La presa de Hadiza se encuentra en poder del Gobierno iraquí,
y es especialmente importante que los yihadistas no se hagan con ella
porque suministra agua a millones de iraquíes,cumpliendo además con la
función de generador hidroeléctrico.
"La
pérdida de control de la presa o cualquier fallo catastrófico en ella
-y las inundaciones que podría causar- amenazarían tanto al personal y
las propiedades de EE UU en Bagdad y sus alrededores, como a miles de ciudadanos iraquíes", explica el portavoz del Pentágono, el almirante John Kirby.
EE.UU. sigue afirma que solo pretende proteger a su personal en Irak,
apoyar los esfuerzos humanitarios y ayudar a las fuerzas iraquíes.
Los yihadistas ya controlaron una presa durante diez días, la de Mosul, hasta que fueron expulsados el 18 de agosto por una fuerza mixta iraquí y kurda.
Paralelamente, las fuerzas de Irak han llevado a cabo una ofensiva que les ha permitido recuperar la ciudad de Bawara. Tras conseguirlo, se ha producido un tiroteo en el que ha resultado herido el gobernador de la provincia de Al Anbar.
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