Rusia
puede construir en tres o cuatro años, en caso de necesidad, buques
análogos a los Mistral y costarán entre 120 y 200 millones de euros,
mucho menos que los franceses, afirmó a esta agencia el presidente del
Movimiento en Apoyo a la Armada Rusa, Mijaíl Nenáshev.
Nenáshev, quien tiene el grado de capitán de navío, aseguró que la
utilidad de los portahelicópteros Mistral es dudosa incluso para los
propios franceses, y puede ser que Rusia no los necesite.
Anteriormente Denís Mantúrov, el titular de Industria y Comercio,
departamento que rige la compra y venta de equipos técnicos, afirmó que
Rusia puede construir un barco similar, pues se trata de un proyecto de
cooperación internacional. El armamento también sería de fabricación
rusa.
El especialista afirmó que quedan sin resolver las cuestiones de los
recambio y la producción en serie, pues requieren la preparación de
especialistas y la cooperación de diferentes empresas.
“El precio podría ser más bajo, de unos 150 o 200 millones de euros”, subrayó Nenáshev.
Al mismo tiempo apuntó que los portahelicópteros de clase Mistral tienen más bien un valor político.
“Pero nuestra Armada no los necesita porque no pensamos trasladar a
marinos de esa forma. Los propios franceses buscaban y siguen buscando
la manera de utilizar esas naves. Durante décadas la flota francesa casi
no usó los Mistral”, indicó.
Rusia y Francia firmaron en junio de 2011 un contrato por 1.200
millones de euros para la construcción de dos portahelicópteros clase
Mistral. La Armada rusa debía recibir el primer buque a finales de 2014 y
el segundo, en 2015.
EEUU manifestó reiteradamente su desacuerdo con la entrega de esos
buques a Rusia, y el Gobierno de Francia hablo varias veces de una
posible suspensión del contrato.
El pasado miércoles, el mandatario francés François Hollande, declaró que debido a la situación en torno a Ucrania
no se daban las condiciones apropiadas para suministrar el primer
portahelicópteros Mistral a Rusia. Hollande relacionó esta decisión con
la supuesta implicación de Rusia en la crisis Ucraniana.
Más tarde, un portavoz del Palacio del Elíseo dijo a Nóvosti que la
entrega del buque no fue suspendida y que la declaración de Hollande no
tendría ninguna consecuencia jurídica. El mandatario sólo manifestó su
posición política: si la situación en Ucrania no mejora, el primer buque
no será entregado en noviembre, explicó.
A su vez, los representantes de la compañía francesa DCNS, donde se
construye el primer buque, aseguraron que las sanciones no pueden
influir en su entrega. Los sindicatos locales también manifestaron su
desacuerdo con el posible incumplimiento del acuerdo, pues amenazaría
con el despido de gran número de trabajadores y enormes multas que
afectarían la economía de Francia.
Hollande aseguró finalmente que Francia decidirá a finales de octubre
si el primer barco Mistral pasará a manos de Rusia, siempre a condición
de que cesen las hostilidades en Ucrania y se firme un acuerdo de
regulación política de la crisis.
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