Navantia comenzó hoy los trabajos del programa de los dos nuevos Buques de Acción Marítima para el Ministerio de Defensa y la Armada Española con el corte del primer acero, simultáneamente en los astilleros de la Bahía de Cádiz y la Ría de Ferrol.
Esta Orden de Ejecución supone la vuelta a la construcción militar
tras más de ocho años, ya que la anterior ocurrió en julio de 2006, con
la fabricación de la fragata F-105 y de los cuatro BAM de la primera serie.
El director del programa de estos buques en Navantia, Jaime Vidal,
recuerda que supone "después de muchos años, la vuelta a la
construcción de barcos para la Armada Española y desde luego dota a la
compañía de una importante carga de trabajo".
Para Vidal, el hecho de que los trabajos tengan lugar tanto en Cádiz
como en Ferrol, "nos da la oportunidad de demostrar la capacidad de la
Compañía de construir el mismo producto en distintos centros".
Este encargo de inició cuando el Consejo de Ministros el pasado 1 de agosto autorizó la partida presupuestaria para ambos barcos,
posteriormente se actualizó el Convenio entre Navantia y Defensa, y por
último hoy se ha firmado la Orden de Ejecución y se han iniciado los
trabajos.
2,2 millones de horas de trabajo
El trabajo iniciado hoy en los barcos consiste en el corte del primer
acero del bloque 3011, correspondiente a la quilla y con un peso de 67
toneladas.
Los dos buques forman parte de la extensión de la primera serie de
los BAM. Una vez operativo se unirán a las cuatro embarcaciones de este
modelo ya existentes, a partir de 2018. Las naves incorporan todas las
medidas en materia de normativa MARPOL sobre medio ambiente, como nuevos
motores propulsores, auxiliares y de emergencia y una planta TAR de
tratamiento de aguas residuales.
Además contarán con mejoras encaminadas a la disminución del peso,
nuevos equipos derivados de la obsolescencia, adecuación para una
dotación mayor y la aplicación de la normativa actualizada sobre
prevención y seguridad operativa.
Este contrato tiene un importe de 333,48 millones de euros y supone 2,2 millones de horas de trabajo tanto para la plantilla propia como para la industria auxiliar.
Se trata, según su constructor, de un buque de tamaño moderado, altas
prestaciones, gran versatilidad en cuanto a misiones, alto nivel de
comunalidad con otros buques de la Armada y un coste de adquisición y
ciclo de vida reducido.
Las principales misiones para las que han sido concebidos contemplan
la protección y escolta de otros buques, el control del tráfico
marítimo, el control y neutralización de acciones terroristas y de
piratería, las operaciones contra el narcotráfico y el tráfico de
personas, las misiones de rescate y salvamento marítimo, el apoyo a
situaciones de crisis y ayuda humanitaria, el control de la legislación
de pesca y el control de la legislación medioambiental y anti-polución.
El responsable del programa en Navantia destaca que la construcción de los dos nuevos buques "aplicando el sistema de gestión Lean".
Mediante "este sistema de gestión, se realizará prácticamente la
totalidad del desarrollo de ingeniería al principio, gracias a ello
después la construcción se hace en plazos más cortos".
Vidal aclara que los responsables de la construcción "será cada
astillero, pero el equipo de dirección del programa único para la
construcción de los dos buques dará homogeneidad a la realización de
ambos. La organización de la ingeniería en la empresa permite tener un
diseño único para los dos buques y la homogenización de procedimientos y
procesos permitirá que la construcción se realice con los mismos
estándares".
Fotos:
Infodefensa.com
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