El
gobierno de Brasil cerrará en 2015 la compra de tres baterías
antiaéreas Pántsir-S1 por 954 millones de dólares, confirmó este jueves
el Ministerio de Defensa del país.
Recientemente,
técnicos de las Fuerzas Armadas de Brasil, entre ellos el general Joao
Chalella Junior, visitaron Rusia para estudiar la manera de integrar
estos equipamientos en el modelo de defensa aeroespacial brasileño ya
que, por el momento, Venezuela es el único país de Latinoamérica que
dispone de un sistema de artillería con alcance entre los 3 y 15
kilómetros de altura.
Además, los militares brasileños piensan adquirir dos nuevas baterías antiaéreas de baja altura (hasta 3 kilómetros), modelo Igla, por 16 millones de dólares para sustituir las que ya poseen.
En total, el volumen de la transacción entre los ejércitos de Brasil y Rusia incluyendo las cinco baterías (tres Pántsir-S1 y dos Igla) sumado al material logístico necesario para su funcionamiento sumará 978 millones de dólares, aunque la propuesta final del fabricante de las Pántsir no será propuesta al gobierno de Brasil hasta febrero de 2015.
El emplazamiento definitivo de las Pántsir-S1 se encuentra definido de antemano: una de las baterías protegerá el Palacio de Planalto en Brasilia, otra las instalaciones de la empresa aeronáutica Embraer en Sao José dos Campos y otra se ubicará en Rio de Janeiro para defender las instalaciones petrolíferas y los buques de la Marina brasileña.
Estos dos últimos emplazamientos resultan fundamentales para la Defensa de Brasil debido a que los nuevos cazas suecos "Gripen" serán montados en las instalaciones de Sao José dos Campos mientras que las instalaciones de la Marina en Río de Janeiro son el centro de producción de los nuevos submarinos nucleares brasileños.
Recientemente, el comandante de la Defensa Antiaérea de la Fuerza Aérea rusa, general mayor Serguéi Babakov, visitó las instalaciones del 11º Grupo de Artillería Antiaérea del Ejército de Brasil en Brasilia con el objetivo de conocer las necesidades reales del sistema brasileño.
La intensificación de los contactos militares entre Brasil y Rusia forman parte de los acuerdos en materia de defensa e intercambio de tecnología firmados el pasado mes de julio entre los presidentes, Dilma Rousseff y Vladímir Putin, durante la Cumbre de los BRICS en la ciudad brasileña de Fortaleza.
Además, los militares brasileños piensan adquirir dos nuevas baterías antiaéreas de baja altura (hasta 3 kilómetros), modelo Igla, por 16 millones de dólares para sustituir las que ya poseen.
En total, el volumen de la transacción entre los ejércitos de Brasil y Rusia incluyendo las cinco baterías (tres Pántsir-S1 y dos Igla) sumado al material logístico necesario para su funcionamiento sumará 978 millones de dólares, aunque la propuesta final del fabricante de las Pántsir no será propuesta al gobierno de Brasil hasta febrero de 2015.
El emplazamiento definitivo de las Pántsir-S1 se encuentra definido de antemano: una de las baterías protegerá el Palacio de Planalto en Brasilia, otra las instalaciones de la empresa aeronáutica Embraer en Sao José dos Campos y otra se ubicará en Rio de Janeiro para defender las instalaciones petrolíferas y los buques de la Marina brasileña.
Estos dos últimos emplazamientos resultan fundamentales para la Defensa de Brasil debido a que los nuevos cazas suecos "Gripen" serán montados en las instalaciones de Sao José dos Campos mientras que las instalaciones de la Marina en Río de Janeiro son el centro de producción de los nuevos submarinos nucleares brasileños.
Recientemente, el comandante de la Defensa Antiaérea de la Fuerza Aérea rusa, general mayor Serguéi Babakov, visitó las instalaciones del 11º Grupo de Artillería Antiaérea del Ejército de Brasil en Brasilia con el objetivo de conocer las necesidades reales del sistema brasileño.
La intensificación de los contactos militares entre Brasil y Rusia forman parte de los acuerdos en materia de defensa e intercambio de tecnología firmados el pasado mes de julio entre los presidentes, Dilma Rousseff y Vladímir Putin, durante la Cumbre de los BRICS en la ciudad brasileña de Fortaleza.
©
Sputnik/ Mikhail Fomichev
http://mundo.sputniknews.com
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