El 17 de Julio en Kirguistán
se llevó a cabo una operación antiterrorista contra unos militantes que,
según las agencias policiales de Kirguistán, estaban planeando atacar
una base aérea militar rusa en la ciudad de Kant. Los servicios de
inteligencia kirguises han declarado que los terroristas eran miembros
del Estado Islámico.
Las fuerzas de seguridad afganas
están investigando el lugar de un ataque suicida tras los
enfrentamientos contra unos combatientes talibanes frente a la entrada
de unas instalaciones de inteligencia en Kabul, Afganistán, el 7 de
julio de 2015. Fuente: AP
A la luz de esta creciente inquietud en
materia de seguridad, Russia Direct ha entrevistado a varios expertos
acerca de las nuevas amenazas y los nuevos desafíos para Asia Central y
Rusia procedentes de Afganistán.
Aleksánder Kniázev, experto en Asia Central y Oriente Medio
Después de que los talibanes anunciaran la yihad contra el Estado
Islámico, los grupos que operaban a favor de ISIS (que no necesariamente
formaban parte de ISIS) han permanecido en conflicto con los talibanes
afganos. Pero cualquier aseveración sobre la creciente influencia del Estado Islámico en Afganistán es del todo inapropiada.
El país alberga a tres grupos con un total de 700 personas que se
autodenominan ISSI. Todos ellos operan en las partes occidentales y
noroccidentales del país, en la frontera con Irán. Uno de estos grupos
está dirigido por un antiguo ciudadano turco y oficial soviético que se
hace llamar Akmurad. Todos estos grupos están concentrados
principalmente en operaciones antiiraníes y antichiítas.
No existe
información fiable que respalde las declaraciones de que desempeñan una
actividad en Asia Central. Y lo que es más, hoy en día muchos grupos radicales, incluso los criminales, usan la marca ISIS como sello de autoridad.
En el interior de los países de Asia Central las estructuras de
gobierno, las agencias de la ley y los servicios de inteligencia
explotan activamente la marca ISIS. Para cualquier grupo es muy fácil
declararse como extremista y pertenecer a la organización de terroristas
más publicitada del mundo, en este caso el Estado Islámico.
Por
ejemplo, Kirguistán ha detectado y eliminado recientemente una célula de
ISIS que planeaba atacar una base aérea de Rusia en Kant. No existe
absolutamente ninguna información acerca de los criminales muertos. Pero
el incidente será utilizado por los servicios de inteligencia de
Kirguistán para asegurarse fuentes de financiación externas
principalmente procedentes de Rusia, y para desviar la atención pública
de los serios problemas socioeconómicos del país.
Maksim Starchak, experto del centro PIR de Estudios Políticos
Los adeptos de ISIS cobran de 2 a 3 veces más que los miembros de los
talibanes. Esto crea un potencial para el conflicto entre ISIS y los
talibanes, ya que estos últimos intentan mantener su influencia en el
país. La guerra de los creyentes contra los infieles, si tal cosa llega,
será la principal preocupación para Afganistán. Los militares
occidentales en Afganistán seguirán siendo el objetivo, y evitarán que
las distintas facciones combatan entre ellas.
En cuanto a los estados de Asia Central que limitan con Afganistán,
únicamente las fuerzas armadas de Uzbekistán tienen potencial para
repeler al agresor. Sin embargo, es poco probable que Tashkent decida ir
a la guerra, incluso si ISIS atacara a uno de sus vecinos en Asia
Central.
Los ejércitos de Tayikistán y Kirguistán son débiles y dependen de la
disposición operativa de las tropas rusas con bases en estos países. La
ayuda militar de Rusia o China a Kirguistán o Tayikistán no mejoraría
muy considerablemente la preparación combativa de sus ejércitos, que
seguirían siendo escasos, están mal entrenados y desmoralizados.
La ayuda militar rusa a estas repúblicas es sólo una cuota que paga
por tener bases militares en sus territorios. Si Rusia está realmente
preocupada por la seguridad en los países vecinos de Asia Central,
debería reforzar sus bases tanto en Kirguistán como en Tayikistán.
Turkmenistán merece una mención especial. La frontera entre este país
y Afganistán ha sido bombardeada regularmente a lo largo de todo el
invierno (con la misma frecuencia que la frontera entre Tayikistán y
Afganistán). El ejército de Turkmenistán es pequeño pero eficaz. Puede
hacer frente a pequeños grupos de terroristas, aunque, del mismo modo
que sus vecinos, no podría hacer nada frente a una fuerza mayor.
Su extensa frontera con Afganistán y la falta de apoyo externo
convierten a Turkmenistán el eslabón más débil en la cadena de la
seguridad de Asia Central, por lo que sería una buena idea que Rusia y
este país firmaran acuerdos de seguridad bilaterales.
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