El pasado 1 de julio tuvo lugar en el polígono de pruebas de Tonopah en
Nevada el lanzamiento de la nueva bomba nuclear táctica B61-12 de la
Fuerza Aérea estadounidense a cargo de un F-15 Strike Eagle de la base
de Nellis.
Este es el primer lanzamiento de la fase de pruebas que
incluye otras dos pruebas antes de que acabe el año y que, de resultar
satisfactoria, se materializará en la fabricación a partir de 2020.
Entonces se convertirá en el principal arma nuclear táctica de empleo
aéreo de los Estados Unidos y la OTAN en aviones como el F-35A, el F-16,
el B-2A y el Panavia Tornado. El lanzamiento fue considerado exitoso y
generó datos de telemetría y de vídeo que fueron grabados para su
posterior análisis.
El programa de modernización de la bomba nuclear táctica B61 para mejorar sus características contempla la modificación para posibilitar su lanzamiento desde la bodega interna del F-35 o la instalación de un kit de guiado posterior derivado del empleado por la bomba Joint Direct Attack Munition (JDAM) de Boeing.
El programa de modernización de la bomba nuclear táctica B61 para mejorar sus características contempla la modificación para posibilitar su lanzamiento desde la bodega interna del F-35 o la instalación de un kit de guiado posterior derivado del empleado por la bomba Joint Direct Attack Munition (JDAM) de Boeing.
Esta empresa recibió en 2012 un contrato de 178 millones de
dólares para adaptar su tecnología JDAM a la veterana bomba.
Concretamente se trata de la B61-12, la última versión de una veterana
bomba que comenzó a fabricarse en los sesenta y que en su última versión
reemplazará a las versiones B61-3, B61-4, B61-7 y B61-10.
Desde los
sesenta se han construido más de tres mil bombas de las que quedarían en
servicio aproximadamente 825 unidades, desplegadas por Estados Unidos
en sus instalaciones, incluyendo, según estudios de la Federación de
Científicos Atómicos (FAS) estadounidenses, seis bases en Europa.
El programa de mejora de la bomba (Life Extension Program o LEP) es una iniciativa de la Fuerza Aérea estadounidense y la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA por sus siglas en inglés) que entró en la fase de ingeniería en febrero de 2012 y con la que se pretende preservar un elemento crítico de la disuasión nuclear estadounidense.
El programa de mejora de la bomba (Life Extension Program o LEP) es una iniciativa de la Fuerza Aérea estadounidense y la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA por sus siglas en inglés) que entró en la fase de ingeniería en febrero de 2012 y con la que se pretende preservar un elemento crítico de la disuasión nuclear estadounidense.
Antes, en 2010 la NNSA había pedido al Congreso estadounidense una
partida de 40 millones de dólares para adaptar la bomba para su uso en
la bahía interna del F-35.
Se trata de una bomba de caída libre dotada de un sistema de navegación de última generación y una cabeza de guerra configurable en cuatro potencias (0,3, 5, 10 y 50 kilotones). Incluye mejoras tanto en los elementos nucleares como los no nucleares.
Por ejemplo el sistema de
guiado ha sido diseñado por los laboratorios nacionales de Sandía y Los
Álamos y fabricado por la empresa nacional de seguridad Plants,
consiguiendo una precisión de 30 metros.
La mejora de la B61 permitirá
la retirada de la bomba B83 de un megatón de potencia,
lo que dejará al nuevo ingenio como la única bomba nuclear de gravedad
en servicio. Algunos críticos han considerado que la disponibilidad de
un arma nuclear táctica de mayor precisión y menor potencia podría hacer
que los decisores políticos tuvieran menos reticencias para emplear un
arma nuclear durante operaciones convencionales.
(J.N.G.)
defensa.com
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