El
Centro de Instrucción para la Guerra en la Selva (CIGS) de Brasil
reveló este lunes que el Ejército de Liberación Popular de China ha
pedido oficialmente a las autoridades brasileñas que tropas suyas
participen en un programa de entrenamiento para el combate en la jungla.
De
acuerdo con un comunicado firmado por el coronel del CIGS, Alcimar
Marques de Araújo Martins, China no enviará a sus soldados y oficiales a
Brasil para la instrucción, como se había planeado originalmente en
julio, sino que será el organismo brasileño quien enviará a sus
oficiales a China para el entrenamiento in situ.
"Nos han pedido enviar instructores para ayudarles a desarrollar su propio programa de entrenamiento de combate en la jungla en China", dijo el oficial del CIGS.
El CIGS tiene su sede en Manaus (noroeste).
El centro fue creado en 1964 por un oficial del Ejército brasileño tras asistir a un curso similar en Panamá a cargo de los Estados Unidos.
En sus más de cinco décadas de historia, se han entrenado en él más de 6.000 soldados, 500 de ellos pertenecientes a fuerzas especiales de todo el mundo, incluyendo Francia, EEUU y países africanos como Senegal y Angola.
El exigente curso para soldados dura unas diez semanas y en él participan entre 100 y 120 asistentes, mientras que los cursos para oficiales duran ocho semanas.
El CIGS prepara a los soldados para hacer frente a las duras condiciones de la selva brasileña.
Durante el curso, que se organiza tres veces al año, los participantes aprenden técnicas de combate en la selva —incluyendo combate cuerpo a cuerpo-, además de supervivencia, navegación, orientación y caza en la jungla.
"Nos han pedido enviar instructores para ayudarles a desarrollar su propio programa de entrenamiento de combate en la jungla en China", dijo el oficial del CIGS.
El CIGS tiene su sede en Manaus (noroeste).
El centro fue creado en 1964 por un oficial del Ejército brasileño tras asistir a un curso similar en Panamá a cargo de los Estados Unidos.
En sus más de cinco décadas de historia, se han entrenado en él más de 6.000 soldados, 500 de ellos pertenecientes a fuerzas especiales de todo el mundo, incluyendo Francia, EEUU y países africanos como Senegal y Angola.
El exigente curso para soldados dura unas diez semanas y en él participan entre 100 y 120 asistentes, mientras que los cursos para oficiales duran ocho semanas.
El CIGS prepara a los soldados para hacer frente a las duras condiciones de la selva brasileña.
Durante el curso, que se organiza tres veces al año, los participantes aprenden técnicas de combate en la selva —incluyendo combate cuerpo a cuerpo-, además de supervivencia, navegación, orientación y caza en la jungla.
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