El convoy en el que viajaba ayer el coronel Luis Cebrián, jefe de las tropas destacadas en Qala i Naw, Afganistán, sufrió un ataque fallido con un explosivo IED, en el que fue el primero de los ataques, que no han causado heridos, a los que han enfrentado en las últimas horas las tropas españolas, que esta mañana han desactivado dos explosivos IED en las cercanías de Muqur, en la Ruta Opal, y que han sufrido un hostigamiento de más de dos horas tras parar ante un explosivo IED trampa en una patrulla que se dirigía a Darreh i Bum.
Cebrián, que manda el contingente en Qala i Naw desde el pasado mes de junio, ha reconocido que vivió el ataque "con naturalidad", aunque no oyó la detonación porque ésta se produjo al paso del último vehículo de los que formaban el convoy. El contingente español sospecha que los insurgentes han modificado su "modus operandi" de colocar explosivos IED y creen que ahora pueden explotar segundos después de ser activados por el primer vehículo que pase por encima, para dañar así a alguno de los vehículos que vaya en las posiciones intermedias de las caravanas.
Un combate sin heridos de entre dos y tres horas en Moqur
La seguridad en la Ruta Opal, que enlaza Qala-i-Naw y Darrah-i-Bum, y que es una parte de la Ring Road, la carretera que circunvala Afganistán, es una de las prioridades de las tropas españolas, que mantiene en la carretera el puesto de combate avanzado (COP, por sus siglas en inglés), de Moqur, donde esta tarde las tropas españolas han desactivado otras dos bombas.
Unas horas antes, un poco más al norte de Moqur, en las cercanías de Darrah-i-Bum, donde España cedió su COP Hernán Cortés al Ejército afgano el pasado mes de marzo, las tropas mantuvieron un combate que, según el teniente coronel Torres, duró "entre dos y tres horas" y que concluyó sin heridos entre los soldados españoles, que respondieron a un ataque de los insurgentes después de detenerse para desactivar un explosivo que resultó ser "un IED trampa".
El fin del Ramadán el 19 de agosto, que dio paso a las festejos del Eid al-Fitr, ha supuesto un aumento de los "riesgos de incidentes", según el teniente coronel Torres, que reconoció que la OTAN dio algunas directrices para evitar la proliferación de los ataques "green on blue", los ataques de infiltrados insurgentes en el Ejército y la policía afganos, aunque, eso sí, las tropas españolas "no han sentido de manera especial las amenazas".
Joaquín Calderón
http://www.revistatenea.es
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