Los vehículos blindados empleados en Afganistán
para proteger a los soldados de los explosivos improvisados colocados
en las carreteras han salvado la vida de más de 2.000 soldados
estadounidenses. La cifra es notablemente inferior a los 40.000 soldados
que el Pentágono estimó el año pasado que habían podido salvarse en el país centro asiático gracias a estos vehículos.
El nuevo dato ha sido publicado por el diario norteamericano USA Today, que cita a fuentes de la defensa norteamericana que han solicitado guardar su anonimato.
En 2007, según recuerda la citada publicación, Estados Unidos incrementó la utilización de estos vehículos protegidos contra minas y IED (MRAP, por sus siglas en inglés), como los RG-31 que emplea España en Afganistán.
Estados
Unidos ha gastado 45.000 millones de dólares en vehículos MRAP desde
2007. La cifra fue recientemente criticada en un artículo de la revista Foreign Affairs, publicada por el Consejo de Relaciones Exteriores de EE UU.
Estos camiones, explica el texto, no funcionan significativamente mejor que los Humvees,
los vehículos más baratos a los que sustituye. Para llegar a esta
afirmación, los autores del artículo aseguran basarse en conclusiones a
partir de los datos del propio Pentágono.
El ex secretario de defensa norteamericano Robert Gates ha declarado a USA Today que nadie, incluyendo a los autores del artículo, puede determinar cuántas vidas han salvado los MRAP.
En
todo caso, ha añadido Gates, “no tengo ninguna duda de que miles de
soldados continúan aún vivos gracias a que se desplazaban en [vehículos]
MRAP cuando fueron atacados por [artefactos] IED”.
En julio de
2009 Gates envió más MRAP a Afganistán, incluyendo 5.200 de una variante
específicamente diseñada para ese conflicto, y al que se bautizó como M-ATV.
En
2009, según el Pentágono, las tropas estadounidenses que se movían en
MRAP tenían 17 veces más probabilidades de sobrevivir a la explosión de
una de estas bombas enterradas que si viajasen en Humvees.
La
protección de los vehículos blindados de combate MRAP se basa
principalmente en su pesado blindaje; la elevación de sus chasis, que le
aleja del punto de deflagración de las bombas; y su casco en forma de
V, que permite desviar la explosión hacia los lados. Sus desventajas son
una escasa movilidad, en comparación con todoterrenos como el Humvee, y un coste aproximadamente tres veces mayor que estos.
Según
el Pentágono, los dispositivos explosivos improvisados (IED) aún son
los responsables de más del 50% de las muertes de soldados
norteamericanos en Afganistán.
España opera con MRAP en ese país desde 2010, cuando se adquirieron y enviaron inmediatamente para sustituir a los antiguos BMR
e incrementar así la seguridad de las tropas, después de que se
produjesen varias víctimas por explosiones de
IED.
Fotos: Ginés Soriano
Infodefensa.com
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