Un
sargento primero de la Guardia Civil destinado en la misión de
Afganistán ha presentado ante el Juzgado Togado Militar Territorial de
Madrid una denuncia contra sus mandos por ordenar prácticas que
supondrían la vulneración de los protocolos y medidas de seguridad
fijados por la OTAN y el Ejército español.
Según
han informado sus representantes legales, el sargento primero, P.L.O,
miembro del CRAEX, cuerpo de elite de la Guardia Civil, ha interpuesto
la denuncia penal contra los mandos responsables de los equipos
desplegados por la Guardia Civil en Afganistán.
El
denunciante estuvo destinado como jefe de seguridad en el contingente
de asesores policiales desplegados por España bajo el paraguas de la
Gendarmería Europea (EUROGENDFOR), que tiene como misión la formación de
la futura Policía Afgana de Fronteras del aeropuerto de Herat.
Según
informa el abogado Antonio Suárez Valdés, letrado de la acusación
particular en el procedimiento, la denuncia afirma que los criterios de
seguridad se habrían relajado y el capitán de la unidad habría
supuestamente ordenado la utilización reiterada de vehículos sin el
blindaje necesario para la realización de trayectos fuera de los
acuartelamientos y el empleo de vehículos lince sin dotación de
ametralladoras pesadas.
Asimismo
habría ordenado desplazamientos sin el armamento suficiente para el
transporte de personas, por zonas hostiles como la Ring Road y por áreas
que no habían sido previamente limpiadas y peinadas por los equipos de
seguridad, con el consiguiente riesgo para los miembros de la misión.
Según
se pone de manifiesto en la denuncia, las irregularidades fueron
reiteradamente avisadas por el sargento primero ante el propio oficial
denunciado, quien propuso el cese en su destino en Afganistán del
sargento primero, el cual ha sido finalmente repatriado a España, cuando
todavía le restaban cinco meses y medio de misión en territorio afgano.
La
acusación particular entiende que el capitán de la Guardia Civil Jefe
de la unidad habría cometido un presunto delito de extralimitación en el
ejercicio del mando, al poner en serio peligro la vida de sus hombres y
otro de deslealtad al haber informado a sus superiores, de manera
fraudulenta, la pérdida de confianza en su jefe de seguridad.
El
25 de agosto de 2010 un terrorista talibán asesinó a dos miembros de la
Guardia Civil destacados en dicho país con la función de formar a
policías y tropas afganas
EFE / http://www.revistatenea.es
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