Las
maniobras navales conjuntas de EE.UU. y Corea del Sur en la península
coreana entran en una nueva fase tras la llegada de las aeronaves
polivalentes CV-22 Osprey a la costa oriental, mientras que los
ejercicios se han desarrollado este viernes cerca de la ciudad portuaria
surcoreana de Pohang.
Al principio de las operaciones de hoy, los tres aviones enviados a
Corea del Sur desde la estación aérea Futenma, sita en la ciudad
japonesa de Okinawa, fueron estrenados como parte de las maniobras que,
según el sitio Web de USFK, tiene como objetivo mejorar la
interoperabilidad logística, la comunicación y la cooperación entre
Washington y Seúl.
El CV-22 Osprey es un convertiplano, con características entre avión
y helicóptero, que goza de capacidades tanto para despegar como
aterrizar de manera vertical y corta. Fue diseñado por el Cuerpo de
Marines de EE.UU. con el objetivo de juntar las funciones de un
helicóptero convencional con la capacidad de alta velocidad de crucero y
largo alcance de un avión turbohélice.
Desde su entrada en servicio en el Cuerpo de Marines de Estados
Unidos y las Fuerzas Aéreas del Ejército estadounidense, el Osprey ha
sido desplegado en las operaciones militares registrados en Irak,
Afganistán y Libia.
La península coreana está bloqueada en medio del ciclo de la
escalada de retóricas militares, tras el uso de los bombarderos
estratégicos B-52 y submarinos nucleares en las maniobras militares
conjuntas entre EE.UU. y Corea del Sur; hecho que fue calificado por
Pyongyang de una “provocación imperdonable”.
El pasado día 30 de marzo, Pyongyang expuso que se encontraba en un
“estado de guerra” con Seúl, advirtiendo que cualquier provocación por
parte de su vecino sureño o Washington redundaría en una guerra nuclear a
gran escala.
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