La base del Ejército del Aire español de San Javier(Murcia),
en el sureste de la Península Ibérica, fue escenario el pasado entre
los días 19 y 25 de abril de ejercicios para demostrar que las
comunicaciones vía satélite son adecuadas para operar e integrar en el
espacio aéreo civil las Aeronaves Tripuladas Remotamente (RPA). Este
ejercicio ha sido la prueba clave del proyecto DeSIREfinanciado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia de Defensa Europea (EDA).
La prueba principal se efectuó el día 24. En presencia del Jefe del Estado Mayor del Aire, Francisco Javier García-Arnaiz,
despegó a las 11:00 horas de la pista de San Javier una aeronave sin
piloto a bordo, que completó un vuelo de 6 horas, dentro de espacio
aéreo civil y militar. La operación se simultaneó con los vuelos civiles
y militares que operan desde dicha Base, de uso compartido como
Aeropuerto de Murcia.
Según se confirmó en la prueba las
comunicaciones por satélite permiten a los RPA enviar información de
alta calidad en tiempo real y más allá de la línea de vista al centro de
control, así como recibir instrucciones de mando y control.
Los
conceptos y procedimientos aplicables fueron definidos en proyectos
previos que analizaron su viabilidad. El vuelo llevado a cabo el
miércoles facilitó además servicios de vigilancia terrestre y marítima,
demostrando la capacidad de los RPAs para realizar estas tareas.
El proyecto DeSIRE (Demonstration of Satellites enabling the Insertion of RPAS in Europe)
se enmarca dentro de la iniciativa europea para facilitar el uso de
estas aeronaves en combinación con comunicaciones por satélite con
finalidades comerciales y gubernamentales.
La realización de este proyecto ha sido efectuada por un consorcio industrial europeo constituido por AT-One (Alemania y Holanda), SES ASTRA (Luxemburgo),Thales Alenia Space (Italia, Francia y España) y CIRA(Italia),y liderado por la española Indra.
Secuencia de vuelo
Tras el despegue, la aeronave cambió del enlace de comunicaciones directo (LOS-Line of Sight),
utilizado inicialmente, al satelital (capaz de operar más allá del
horizonte) y comenzó la realización de una misión operativa en espacio
aéreo segregado mandando a tierra, mediante el enlace vía satélite, la
señal de los sensores embarcados en la misma.
A continuación el RPA ascendió a 20.000 pies (6.096 m), entrando en el espacio aéreo que gestiona AENA, proveedor español de servicios de navegación aérea, desde el Centro de Control de Barcelona.
El operador del RPA, situado en la Estación de Control en tierra,
siguió todas las indicaciones de los controladores aéreos de AENA,
actuando como cualquier otro tráfico civil o militar. La diferencia es
que esta vez el piloto no estaba a bordo y la comunicación radio con el
centro de control se transmitía desde el avión al operador vía satélite.
Durante dicha fase del vuelo, un avión tripulado de la Academia General del Aire
realizó una aproximación al RPA, simulando trayectorias de colisión de
frente y a 90º. Los pilotos de ambas aeronaves siguieron las
instrucciones de separación de los controladores de tráfico aéreo,
demostrando la completa normalidad de la operación de un avión no
tripulado de estas características, incluso en una situación de
emergencia como representa la separación de dos aeronaves en rumbo de
colisión.
Durante todo el ejercicio, los datos del SACTA,
sistema de control de tráfico aéreo de AENA basado en radares
secundarios, estuvieron disponibles para el operador del RPA,
permitiéndole conocer la situación de las aeronaves en vuelo cercanas,
incluso con más detalle y precisión de la que tendría un piloto a bordo.
También
se utilizó un radar situado a bordo del RPA para visualizar los
tráficos a su alrededor. Todo ello con el fin de definir y probar los
procedimientos de operación y control de tráfico aéreo aplicables a una
aeronave sin piloto en cabina y evaluar la seguridad del enlace
satelital y la capacidad de reacción del operador en tierra, tanto en
una operación rutinaria como en casos de emergencia.
Toda la
información recogida durante estas pruebas será analizada y comparada
con los requisitos de seguridad establecidos por la Agencia de Seguridad Aérea Europea (EASA) y los requisitos operativos fijados porEurocontrol.
Durante
el vuelo, la información recogida por los sensores de a bordo (AIS,
radar y vídeo) se transmitió en tiempo real a la centro de control en
tierra para su análisis y permitir la detección e identificación de
buques.
La realización del proyecto ha sido posible gracias a la
colaboración del Ejército del Aire, que puso a disposición del mismo no
solo las instalaciones y aviones en la Academia General del Aire de San
Javier.
Los profesores de la Escuela de Sistemas Aéreos no Tripulados
de la Fuerza A´werea española, situada en la base de Matacán
(Salamanca), supervisaron la operación de la aeronave y los
controladores militares de San Javier gestionaron los despegues y
aterrizajes de la aeronave y las operaciones en espacio aéreo militar.
Para la realización de los vuelos, el RPA contó con un Certificado de Aeronavegabilidad Experimental, concedido por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), organismo del Ministerio de Defensa,
que garantiza la seguridad del sistema para la operación prevista. AENA
y AESA colaboraron para la realización de la parte civil del vuelo y la
definición de las pruebas y de los procedimientos de seguridad y
control de tráfico aéreo aplicables.
El futuro civil de los RPA
El
desarrollo de las Aeronaves Pilotadas Remotamente (RPA) ha estado
principalmente relacionado con su uso militar. Sin embargo, su uso en el
ámbito civil ofrece un importante potencial comercial.
La
extinción de incendios, el control de carreteras, la vigilancia de
líneas eléctricas e infraestructura o fronteras, la gestión de
emergencia y comunicaciones o incluso el transporte de mercancías son
algunos posibles usos. El uso de RPA con fines civiles y de seguridad
permitiría introducir una lógica de doble uso y aprovechar completamente
las ventajas que ofrece la reducción de costes de estos sistemas.
La
legislación actual no ofrece, sin embargo, un marco homogéneo en
Europa que permita el uso de RPA en espacio aéreo civil, en particular
en vuelos más allá de la línea de vista. Esta situación está frenando su
uso y aplicación en la esfera civil y dificultando a la industria
europea el desarrollo de este tipo de sistemas y de las tecnologías y
equipos que harán posible su empleo en el futuro.
La demostración
llevada a cabo dentro del programa DeSIRE facilitará que se establezca y
acuerde un conjunto de requerimientos que puedan servir de base para la
definición de una futuro marco regulador para la integración en el
tráfico aéreo de los RPA.
El proyecto DeSIRE es parte de una
inciativa conjunta impulsada por la EDA y la ESA, continuación de una
serie de actividades y proyectos iniciados por las dos agencias en el
ámbito de los RPA. Entre ellos, figura el estudio Air4All ySINUE dirigidos por la EDA y los estudios SINUE y ESPIRIT dirigidos por la ESA.
Infodefensa.com
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