Tokio no está dispuesto a bajar la
guardia ante el momento de tensión que se vive en la península coreana, y
por ello, y según ha afirmado el Ministerio de Defensa nipón, se están
desplegando Patriot PAC-3 en la isla de Okinawa, lo que se justifica,
según el ministro de defensa japonés, en el deseo de Tokio de no
“debilitar el modo de alerta”. En total, la Fuerza Aérea de Autodefensa
de Japón pondrá en marcha hasta cuatro unidades de este sistema
destinado a interceptar misiles, que tienen una capacidad de alcance de
300 kilómetros, probabilidades de intercepción mejoradas, un radar
rediseñado que aumenta significativamente su capacidad de detección y
seguimiento y cuyos camiones lanzadores portan 16 misiles, en vez de
cuatro. Dos unidades con radares, puestos de mando y reservas de misiles
se instalarán en Naha, la capital de la prefectura, y las otras dos al
norte, en la base militar de Chinen.
Además,
el gobierno nipón, sigue trabajando en formalizar relaciones con los
aliados de la zona, y ha anunciado recientemente a través del embajador
de Japón en Seúl, que “está dispuesto a firmar el pacto de cooperación
en Inteligencia Militar con Corea del Sur en cualquier momento”. Estas
nuevas medidas de defensa tienen lugar tan sólo días después de que la
capital del archipiélago también viera como se desplegaban escudos
antimisiles de una manera preventiva, después de que Pyongyang anunciase
que “Tokio sería el primer objetivo en el caso de un ataque nuclear”.
Además, también se desplegaron durante la pasada semana destructores con
sistemas de radar Aegis en el mar de Japón.
Javier Martínez
http://www.defensa.com
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