El Ministerio de Defensa de Rusia convocó una licitación para modernizar los carros de las unidades de desembarco de la versión soviética.
Esta medida servirá para ahorrar medios
considerables, a la vez que pertrechará las tropas con un vehículo de
elevadas características de combate. En total, las Tropas
Aerotransportadas de Rusia planean modernizar unos quinientos carros
BMD-1.
En la búsqueda de un carro de combate
En
la URSS ya a fines de la década del ochenta comenzaron las pruebas del
BMD-3, un modernísimo carro militar de las fuerzas de desembarco. No
obstante las buenas características exhibidas y las excelentes
posibilidades de combate, ese vehículo no llego a su producción en
serie, dado que la desintegración de la URSS paralizó el proceso de
renovación de las FFAA.
Las Fuerzas Aerotransportadas
recibieron, en total, menos de doscientos carros BMD-3. Más adelante, a
principios de los años 2000 sobre su base fue creado el BMD-4 con un
reforzamiento considerable del armamento, pero debido a deficiencias en
su construcción se produjo en una serie mucho más limitada de unos
veinte a treinta carros. Así, el grueso del parque de carros blindados
de las Fuerzas Aerotransportadas de Rusia sigue siendo los BMD-1 y los
BMD-2, de la producción de los años setenta y ochenta.
Hoy
en día, estos vehículos, aparte de que están desgastados físicamente
son obsoletos moralmente sobre todo los BMD-1, con un cañón de setenta y
tres milímetros no del todo afortunado, el arma primaria 2A28 Grom.
Estas
deficiencias se planean eliminar en el proceso de la modernización. La
sección de armamento será sustituida por una nueva, análoga a la
instalada en el BMD-2 que cuenta con un cañón automático de setenta
milímetros 2A42, de propiedades muy elevadas. Será renovado, además, el
sistema de puntería, los medios de orientación y de comunicaciones. La
modernización comprenderá una reparación a fondo, la que servirá para
prolongar el plazo de servicio activo de los carros de producción
soviética.
Esta decisión de corto plazo ayudará a elevar
considerablemente las posibilidades de las unidades de las Tropas
Aerotransportadas, equipadas con carros BMD-1, sin embargo, no puede ser
considerada definitiva. Y es que la protección insuficiente de los
primeros BMD, y sobre todo su baja resistencia antiminas no permiten
limitarse solo a la modernización de los BMD-1 y a la reparación de los
BMD-1. Las Fuerzas Aerotransportadas de Rusia necesitan un nuevo carro
de combate.
Bueno, pero no lo suficiente
El
Ministerio de Defensa no quedó conforme por muchos parámetros con los
primeros BMD-4, entre los que aparte de la invulnerabilidad figuraba la
baja seguridad del carro. La decisión fue encontrada con la creación en
la factoría de Kurganmach del BMD-4M, cuya fiabilidad era
considerablemente mayor. El poder de fuego del carro en ambas versiones
alcanzó el nivel del vehículo de combate de la infantería BMP-3, pues,
al igual que este, el BMD-4M está equipado con un módulo de combate
“Bajcha”, una torreta con un sistema de armamento que comprende un cañón
de cien milímetros y apareado con él otro de treinta milímetros más una
ametralladora de 7,62 milímetros, amén de un sistema de puntería termovisor moderno.
El
poder de fuego del BMD-4M no tiene parangón, lo que ha sido más de una
vez destacado, incluso por el mando de las Fuerzas Aerotransportadas.
Sin embargo, la defensión de este carro y su resistencia antiminas,
aunque crecieron en comparación con los primeros BMD, siguen siendo
insuficientes. Además, hay que entender que ellos no pueden del todo
seguros, considerando la exigencia de su desembarco aéreo obligatorio.
Esta
exigencia, al mismo tiempo, es en sí polémica. La producción de carros
blindados de combate, aptos para el desembarco en paracaídas se realiza
actualmente solo en Rusia. Sin embargo, hoy día son muy poco probables
los conflictos en los que las fuerzas aerotransportadas necesiten lanzar
en paracaídas sus carros blindados. En tanto, las Fuerzas
Aerotransportadas tienen a menudo que actuar como infantería motorizada
corriente, para lo que no es en absoluto necesario un desembarco aéreo,
comprado al precio de una baja defensión. Es muy probable también el
empleo de las Fuerzas Aerotransportadas como fuerzas de reacción rápida,
con el despliegue en aeródromos de avanzada. Y en ese caso el material
de guerra va a requerir el transporte aéreo, pero no necesariamente la
posibilidad del desembarco en paracaídas.
Resumiendo,
el desarrollo del material de combate de las Fuerzas Aerotransportadas
podría, lógicamente, tomar en el futuro dos direcciones. Una primera
consiste en pertrechar sus unidades con carros de combate de infantería,
sin la posibilidad del desembarco en paracaídas, pero sí transportables
en aviones y bien protegidos.
La segunda consiste en
el suministro para las unidades de infantería de carros ligeros del tipo
“buggy”, coches blindados livianos u otros equipos de ruedas con un
nivel admisible de defensión, que sean más ágiles y móviles que los
clásicos BMD. Es cierto que, tal decisión va a exigir una revisión de
todos los esquemas operativos existentes, lo que resulte, quizás, mucho
más complicado que todo el resto.
sb/mo/fs
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