La Unidad de Combate en
Ambiente Subterráneo (UCAS) de la Legión se ha estrenado, con su
configuración más completa desde su puesta en marcha hace un año, en un
ejercicio desarrollado en la zona de las minas de Alquife (Granada).
Sobre una Sección de Infantería, como base de la unidad, ésta se ha
reforzado con un Pelotón de Zapadores con capacidad de reconocimiento de
artefactos explosivos, un equipo NBQ, uno logístico, uno de
comunicaciones y, por último, un equipo cinológico. Es decir, la UCAS es
una unidad con una configuración de Sección reforzada, que cuenta con
unos 50 componentes.
La Brigada de la Legión fue designada
por el JEME como unidad experimental para el desarrollo de tácticas y
procedimientos de combate en ambiente subterráneo. En este marco y
después de realizar varios ejercicios y experiencias, se ha llegado a
este diseño de unidad en el seno del Tercio “Don Juan de Austria”, 3º de
la Legión, con sede en Viator (Almería).
Este diseño responde al
adverso escenario —de oscuridad y claustrofobia en el que habría de
realizar su labor—y de las variadas situaciones a las que tendría que
hacer frente la UCAS. Por eso integra diversos elementos de combate y
apoyo al combate y se ha concebido como una estructura operativa
modular.
La Guerra Subterránea
está ganando terreno en el marco de los conflictos asimétricos (grupos
terroristas, insurgencia, crimen organizado…). En este tipo de
conflictos, el subsuelo puede ser empleado como plataforma de
operaciones para el planeamiento y ejecución de todo tipo de acciones.
Las infraestructuras subterráneas de las ciudades o las cavidades
naturales o artificiales en campo abierto constituyen un lugar idóneo
para la ocultación, tanto de personal como de armamento, y para la
preparación de ataques, golpes de mano, atentados con explosivos,
secuestros...
El subsuelo constituye, por su propia esencia, un espacio
de difícil control donde es posible desarrollar actividades que pueden
llegar a pasar totalmente inadvertidas. La falta de información y
deficiente control de los espacios subterráneos representan importantes
riesgos para las fuerzas que operan en superficie. De ahí se deriva la
importancia de esta modalidad de combate.
El combatiente subterráneo, un especialista hecho e una “pasta especial”
El combatiente subterráneo, un especialista hecho e una “pasta especial”
Tal como nos explica el Coronel Jefe del Tercio Don Juan de Austria (3º de La Legión), Antonio Esteban López “El entorno operativo actual se caracteriza por su complejidad e incertidumbre. La mayor parte de los analistas especializados en materia de seguridad coinciden en destacar la proliferación de actividades clandestinas (terrorismo, insurgencia, crimen organizado…) con una preocupante tendencia al alza.
El subsuelo constituye una excelente
plataforma para vivir y operar en la clandestinidad. Un subsuelo en
manos de elementos hostiles constituye per se una amenaza de no poca
importancia desde donde podrían prepararse y ejecutarse acciones de gran
impacto y poder destructivo”.
Cuando en 2014 La Legión recibió la misión de poner en marcha el programa se le bautizó como “PICAS”. “Elegimos este nombre por dos razones: en primer lugar por ser la pica una de las armas que componen el emblema de La Legión y en segundo por que como acrónimo, Preparación Integral para el Combate en Ambientes Subterráneos, cuadra muy bien con los objetivos del programa”, acara el coronel Esteban, quien destaca que “el combatiente subterráneo ha de estar hecho de una pasta especial para adaptarse y superar la oscuridad absoluta, la sensación de claustrofobia, los golpes, las caídas, la posibilidad de desprendimientos o de aparición de gases tóxicos…
Cuando en 2014 La Legión recibió la misión de poner en marcha el programa se le bautizó como “PICAS”. “Elegimos este nombre por dos razones: en primer lugar por ser la pica una de las armas que componen el emblema de La Legión y en segundo por que como acrónimo, Preparación Integral para el Combate en Ambientes Subterráneos, cuadra muy bien con los objetivos del programa”, acara el coronel Esteban, quien destaca que “el combatiente subterráneo ha de estar hecho de una pasta especial para adaptarse y superar la oscuridad absoluta, la sensación de claustrofobia, los golpes, las caídas, la posibilidad de desprendimientos o de aparición de gases tóxicos…
El Ejército
estadounidense así pudo constatarlo en Vietnam, cuando crearon sus
famosos “Tunnel Rats” para acabar con los hombres topo del
Vietcong. La capacidad de adaptación del individuo es, en mi opinión, la
principal dificultad aunque tampoco podemos olvidar que en ambiente
subterráneo existen serias limitaciones para el empleo de los medios, en
especial las transmisiones y el armamento”.
defensa.com
Fotografía:
·Los perros adiestrados realizan una eficaz labor (Fotografía:BRILEG)
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·Los perros adiestrados realizan una eficaz labor (Fotografía:BRILEG)
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